Sorprendida por un artículo publicado ayer en la prensa regional alabando las ventajas de navegar en moto acuática por el Mar Menor. Aquí tenéis el articulo anterior sobre esto

Ecosistema delicado que mantiene su equilibrio desequilibrado por los vertidos nutrientes procedentes de los cultivos que la rodean y, además, por las escorrentías procedentes de los terrenos contaminados de la Sierra Minera.

Según el empresario al que entrevista el articulista, las motos de agua no deterioran sino que ayudan a mejorar el estado del Mar Menor a diferencia de lo que opinan «algunas personas sin fundamento científico».

Apoya su argumentación diciendo que “en muchos sitios (balsas, embalses, lagos,…) se usan hélices y turbinas para oxigenar el agua y combatir la eutrofización -abundancia anormal de nutrientes que favorece la proliferación descontrolada de fitoplancton, que, a su vez, consume el oxígeno y favorece la producción de fango».

Recordemos que asociaciones como Anse y Pacto por el Mar Menor consiguieron paralizar, hace algunos años, un campeonatode endurance Flyski en Los Alcázares al denunciar que este tipo de deportes motorizados no deberían ser utilizados para desestacionalizar el turismo y, mucho menos, ser promovidos por las administraciones.

En contraposición a este supuesto “beneficio” para la laguna que nos hace llegar un empresario de La Manga de San Javier, recordamos que el pleno del Ayuntamiento de Los Alcázares aprobó por mayoría absoluta en agosto de 2018, con la excepción del Partido Popular, una iniciativa para no financiar competiciones de motonáutica en las playas del municipio atendiendo al delicado estado en el que se encuentra la laguna.

La negativa a apoyar dicha propuesta por el Partido Popular se basó en que había informes científicos que aseguran que las motos de agua oxigenan el Mar Menor.

Eso sí, sin identificar a tales científicos, ni mostrar dichos informes. Dando por zanjada la propuesta durante la sesión ordinaria dicho partido a través de su alcalde que recordó que había sido elegido por los ciudadanos y que mantendría, a pesar de lo acordado en el Pleno sus compromisos con la Federación de Motonáutica.

¡Olé!

Remontándonos aún más en el tiempo el aún hoy imputado Consejero de Medio ambiente del Partido Popular, Antonio Cerdá, en febrero de 2002 anunció que había puesto a trabajar a los servicios jurídicos para prohibir las motos de agua al suponer un impacto inaceptable para el ecosistema del Mar Menor.

Señaló que las hélices de los vehículos a motor remueven el lecho de la laguna impidiendo la expansión de las colonias de algas. No se trata de frenar, indicó el Partido Popular en aquel momento, el desarrollo de los puertos deportivos del Mar Menor sino orientarlos hacia el deporte de vela.

Por otra parte, en marzo de 2019 el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación dictó una orden publicada en el BOE prohibiendo la utilización de motos de agua en la Isla de Tabarca para proteger a los organismos marinos de la contaminación acústica. Entiendo que en la diezmada población de caballitos de mar y otras especies que proliferan en el dañado ecosistema del Mar Menor está dotada de tapones para amortiguar los ruidos de las motos de agua.

Y para rematar este artículo el futuro de la desestacionalización del turismo del Mar Menor esté en la promoción de un deporte, la vela latina, que es Bien de Interés Cultural desde 2018 y reflejo indiscutible de la identidad de los pueblos del mediterráneo.

Quizás el secreto radique en aunar la Cultura y el Turismo sin perjudicar el ecosistema de la laguna, potenciando una oferta de calidad más allá de intereses empresariales. Pero claro, para eso hay que invertir en la zona y en un proyecto a medio plazo poniendo en valor el patrimonio histórico, natural e inmaterial del Mar Menor.

Fuente: diariodelamanga.com