La vida ha vuelto este lunes a las zonas de playa del Mar Menor. El sol y el buen tiempo acompaña en este primer día de desescalada y las terrazas de Santiago de la Ribera, una pedanía de la localidad de San Javier (Murcia), se han llenado desde primera hora de la mañana. “Se nota que había muchas ganas de salir de casa, porque no hemos parado”, cuenta Javier, propietarios de uno de los bares situados en el paseo marítimo.

Terrazas repletas de vecinos de esta localidad costera, pero también de muchas personas llegadas de Murcia. “Se nota que hay movimiento de gente. Más de uno se ha venido a su segunda residencia”, señala Javier.

Es el caso de Manuela y Maricruz, madre e hija, que se han cogido el coche para disfrutar unas horas del mar. “Tenemos aquí un apartamento, pero hemos venido solo a pasar la mañana, tomar el sol y dar una vuelta, que ya lo necesitábamos. Luego volveremos a Murcia”, explica Manuela.

Unos desplazamientos que han despertado “inquietud” en el ejecutivo murciano, que ha pedido a la población prudencia.”No es el momento de irnos a la casa de la playa o del campo a disfrutar”, ha señalado Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, que ha advertido que “si detectamos el más mínimo repunte de contagios, no tendremos ningún reparo en pedir al Ministerio de Sanidad volver a la Fase 0.

Benidorm y Gandía vacías

Poco o nada ha cambiado la imagen de los dos últimos meses de Benidorm. Con la playa precintada y los negocios cerrados en su mayoría, la capital de los rascacielos y símbolo del turismo de sol y playa, sigue ofreciendo una imagen fantasmagórica en el primer día de su entrada a la Fase 1.

En toda la playa de Levante las tiendas mantienen las persianas bajadas y solo una pizzería, que también es cafetería, ha abierto al público. “Hay mucha incertidumbre. La mayoría ha optado por seguir cerrados porque piensan que no es rentable abrir, aunque nosotros estamos muy contentos, teníamos muchas ganas de trabajar”, señala Randy, uno de los camareros.

Idéntica situación en la playa de Gandía. Olimpia es la única que ha abierto este lunes su cafetería-heladería en todo el paseo marítimo. “No hay casi nada abierto, porque aquí ahora solo están los residentes, no hay nada de turismo”, explica Olimpia Gioroiu, propietaria del local.

Sin embargo, el goteo de clientes ha sido continuo en este local con vistas al mar. “Estoy contenta, la gente ha venido a tomar su café, sus tostadas y todo el mundo muy amable,con ganas y comprensivos con la situación”, asegura. Olimpia

En la terraza, las mesas, con geles desinfectantes en lugar de sevilleteros, se han colocado estratégicamente para ocupar solo el 50% de su capacidad y mantener la distancia de seguridad. De las cuatro personas que suelen trabajar en esta cafetería, para la esperada reapertura solo son dos, la dueña y una camarera, que atienden a los clientes con máscara y guantes. “Es todo un poco raro, pero hay que adaptarse, extremar las medidas de limpieza y empezar”, explica Olimpia.

La situación es totalmente distinta, en el casco urbano de Gandía, donde parece casi un día de fiesta. En los bares con terraza a penas hay sitios vacíos. “Hemos aprovechado para tomarnos el café con amigos y con familia que hacía tiempo que no veíamos”, explica Laura, que comparte mesa con sus dos hermanos, su madre y unas amigas.

En el primer día en Fase 1, las calles han recuperado parte de la alegría perdida con el confinamiento. En contraposición a la playa, los propietarios de los comercios sí que han abierto. “He podido hablar con comerciantes de la zona y la mayoría abren. Están con muchas ganas de volver a trabajar. Por lo general, la semana pasada funcionaron bastante bien los que tenían cita previa y ahora esperan que los clientes entren en las tiendas y empiece la recuperación”, explica Rosana Seguí, directora general de Consumo de la Generalitat Valenciana y vecina de Gandía, que ha añadido que “en las localidades que han pasado a fase de 1 en la Comunidad Valenciana, la situación es similar”, asegura.

Es el caso de Dénia (Alicante), a poco más de 20 kilómetros de Gandía, donde la actividad ha comenzado a primera hora de la mañana en bares y cafeterías. Dispuestos a disfrutar del desayuno y el almuerzo fuera de casa, los clientes han llenado las terrazas para celebrar la entrada en la Fase 1, que ha llegado acompañada de sol y buen tiempo. También, las tiendas y los negocios han echado a andar en la capital de la Marina, con una mezcla de ilusión e incertidumbre. Una sensación que recorre de norte a sur la Comunidad Valenciana, en este inicio de la desescalda.

Fuente: niusdiario.es