El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, achacó este miércoles las sucesivas inundaciones en los municipios del Mar Menor a la pérdida de la red hidrográfica del Campo de Cartagena por la ocupación agrícola y urbanística del dominio público hidráulico.

En declaraciones a los medios, Urrea rechazó que la causa de las últimas inundaciones se deba a que el acuífero esté en su «máximo histórico», como defiende el Gobierno regional, sino que está causado por «la desaparición de los cauces de la comarca, por lo que el agua ha buscado otro camino».

Tras entender y compartir el «cabreo» del alcalde de Los Alcázares por esta situación, aseguró que, aunque es «difícil de entender», las obras de reposición de los cauces y su interconexión tienen unos trámites administrativos que la CHS «no se puede saltar».

Así, recordó que el organismo de cuenca está redactando con la Universidad Politécnica de Cartagena un plan director en el que está claro la necesidad de interconectar las ramblas de Balsicas, La Señora y La Maraña para evitar que confluyan en el casco urbano, al tiempo que reveló que ya se ha iniciado el expediente de deslinde.

Tras recordar que no ha habido daños equiparables a los causados por la gota fría de septiembre de 2019 y que no se han desbordado las ramblas, Urrea ha remarcado que la situación está «totalmente controlada».

El presidente de la CHS también abordó el proyecto de los colectores de Murcia Norte, que interceptará los caudales de las ramblas de Espinardo, Churra y El Puntal, aclarando que hay que revisar las condiciones del proyecto «para evitar que las inundaciones en una parte del municipio pueda perjudicar a otra zona».

Finalmente, desveló que la cabecera del río Tajo y la cuenca del Segura están «muchísimo mejor» que el pasado mes de diciembre por la entrada de los caudales provenientes de la borrasca ‘Gloria’, pero aclaró que desconoce qué recomendación adoptará la Comisión Central de Explotación del Trasvase Tajo-Segura para el desembalse de febrero.

Así, detalló que la cuenca del Segura almacenó en los dos últimos días 10 hectómetros cúbicos, a lo que habrá que sumar las aportaciones posteriores cuando se funda la nieve. Esta mejora ocasionará, según adelantó Urrea, que el organismo de cuenca estudie en febrero si se reducen o se suprimen las restricciones al regadío.

Fuente: laverdad.es