El dictamen aprobado ayer en la Asamblea apunta a la agricultura, ganadería, a los metales pesados, a los barcos, a la deficiente depuración y al urbanismo “depredador” como causas de su mal estado.

Los diputados no han hecho sus deberes, y cuando sí lo han hecho no han conseguido que sean efectivos. Esta es una de las conclusiones del dictamen de la Comisión del Mar Menor, aprobado ayer en el pleno de la Asamblea Regional, en el que se califica de «anecdótica» la aplicación de la Ley de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad ambiental de la laguna -en la que, entre otras cosas se daban plazos para instalar barreras naturales y frenar la llegada de nutrientes a la laguna por escorrentías- ; así como la falta de iniciativas para redactar la Ley Integral para la protección y gobernanza de este espacio, tal y como les correspondía.

La Comisión ha elaborado este informe después de escuchar a 27 expertos, representantes de la administración, de los vecinos, de las organizaciones agrarias y cooperativas, de los ecologistas, de los empresarios, pescadores, exportadores de frutas y hortalizas, de la universidad, y a los alcaldes de los cuatro municipios ribereños.

Los diputados también lamentan que de la Estrategia de Gestión Integrada de Zonas Costeras del Sistema Socio Ecológico del Mar Menor y su Entorno (aprobada en 2008) «solo conocemos declaraciones de intenciones y promesas. Como también se desconoce el destino, los plazos y los proyectos de las inversiones recogidas en la Inversión Territorial Integrada (ITI) Mar Menor 2014-2020. «No hemos podido recabar suficiente información».

Y «otro instrumento que aún no ha visto la luz es el Plan de Gestión Integral (PGI) Mar Menor», que ha pasado dos veces por información pública, pero no se termina de redactar.

Impacto Ambiental

En el dictamen, que aboga por un turismo sostenible y por someter a evaluación de impacto ambiental cualquier actuación a acometer en el Mar Menor, se apunta a la agricultura como una de las causas de esta degradación (por el uso de nutrientes y de vertidos de las desalobradoras), y considera necesario que sea una producción más ecológica.

Pero no es la única causa: «Las presiones y afecciones ambientales» sobre la laguna salada también están relacionadas «con la ganadería, los aportes por escorrentía superficial de los metales pesados de la Sierra Minera, el combustible de los motores de las embarcaciones, la deficiente red de saneamiento, el modelo urbanístico depredador de los últimos años, los aportes de material en suspensión y enfangamiento por el uso de maquinaria en obras de dragado o restauración y limpieza de playas, y fondeos ilegales, entre otras»; así como la subida del nivel freático del acuífero o el cambio climático.

El documento también incluye trece propuestas y programas específicos para desarrollar.

El presidente de la Comisión, el socialista Antonio Guillamón, subrayó que el dictamen «es un dignóstico real y fiel sobre la situación del Mar Menor» y que la Comisión había logrado algo importante. «Hemos introducido la situación de la laguna en el debate social». El socialista, además, mostró su esperanza de que las conclusiones «sirvan para solucionar el problema que inquieta a toda la Región».

Por su parte, el diputado regional del PP, Jesús Cano, destacó que el documento «pone al descubierto que los grupos parlamentarios no hemos cumplido con el compromiso que adquirimos de elaborar una ley integral del Mar Menor en la ponencia parlamentaria que creamos expresamente con ese fin».

Añadió que, sin embargo, «la ley integrales necesaria y debe ser uno de los objetivos ineludibles de la siguiente legislatura para lo que se debe contar con la participación activa de la Asamblea Regional».

Fuente: laopiniondemurcia.es