Las brigadas despejan de lodos las zonas de baño en el Mar Menor pero no reparan los efectos del temporal en el Mediterráneo.En el primer fin de semana del año con temperaturas veraniegas, el diagnóstico sobre el estado de las playas en el litoral cartagenero depende sobremanera de la zona a la que se dirija la persona que quiere darse un baño o tomar el sol. Los efecto del temporal que estropeó a los turistas las vacaciones de Semana Santa han sido remediados en unas zonas y no en otras. Así, la falta de arena en la costa mediterránea de La Manga se concentra en torno a la urbanización Las Salinas. Mientras tanto, la denodada labor de los operarios del Ayuntamiento y de la Comunidad Autónoma ha despejado de lodos la orilla y ha comenzado, con medios manuales, a retirar el cieno de los primeros metros de aguas costeras. En Isla Plana y La Azohía no ha habido en invierno grandes pérdidas de arena ni tampoco problemas con las algas.

El temporal de Levante pegó con fuerza en La Manga desde el Jueves Santo, 19 de abril, hasta el Domingo de Resurrección, día 21. «El viento pegó fuerte, llenó el paseo marítimo de arena e hizo que se desprendiera una de las viejas escaleras de obra y sin barandillas que hay para llegar a la playa», explicó Antonio Jiménez, conserje de un edificio en la urbanización Las Sirenas. El arrastre de la arena afectó a toda la zona de Las Sirenas I, II y III, los edificios Babel y Montecarlo y las Nuevas Sirenas. «Además de cargarse esos accesos, ha dejado al descubierto las tuberías que van a las tomas del alcantarillado en la playa. Eso no es bueno, porque, si algo o alguien las rompe, habría un vertido, y hay mucho gamberro con mala idea por ahí», añadió Salvador Hernández, portero de las Nuevas Sirenas.

Ambos profesionales subrayaron que todo eso sucedió hace un mes y aunque el acceso estropeado está señalizado, el Ayuntamiento no ha puesto todavía remedio a la situación. La playa ha sido limpiada y rastrillada, pero lo que le hace falta es más arena.

En el caso de los accesos, en la zona se combinan varias escaleras de obra que, según Jiménez y Hernández, fueron construidas hace muchos años, con una serie de pasarelas con plano inclinado. Las segundas están sólidamente fijadas al paseo marítimo, porque fueron hechas después, pero las primeras no. Están asentadas sobre la arena, razón por lo que un temporal fuerte puede quitarles el sustento y hacer que se desplomen, como ha ocurrido con una.

El principal problema que tiene ahora el Ayuntamiento es conseguir la arena necesaria para reponerla allí, en un plazo de un mes y pedir a la providencia que no haya otro temporal que pueda arrastrarla antes de que quede asentada. El problema de la falta de arena es menos acusado en el resto de la costa mediterránea de La Manga. Ni en la zona de Entremares, ni más allá de la Gola de Marchamalo (Playa del Galúa hasta el Monte Blanco) hay problemas de escasez.

Saneamiento en curso

En el caso del Mar Menor, toda la limpieza realizada por las brigadas contratadas por el Ayuntamiento, en colaboración con las de desempleados que proporciona el Servicio Regional de Empleo y Formación (Sefcarm) en los días previos a la Semana Santa se fue al traste con el temporal mencionado. Las orillas de las playas volvieron a llenarse fangos y algas en la ribera Sur, desde Punta Brava hasta Los Nietos, pasando por Estrella de Mar y Los Urrutias. El presidente de la asociación de vecinos de esta última localidad, Severo Sánchez, elevó una protesta formal al concejal de Descentralización, Juan Pedro Torralba, que se comprometió, la semana pasada, a dejar limpias en este mes las aguas costeras, trabajando con medio manuales (rastrillos y capazos, para recoger los desechos).

La utilización de medios mecánicos (maquinaria ligera y pesada) está prohibida por la Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente (Oisma), dependiente de la Comunidad Autónoma. Por eso, brigadas formadas por media docena de operarios comenzaron con la limpieza manual de la orilla. Una portavoz de la alcaldía aseguró que durante este mes se ocuparán de entrar en los primeros metros de aguas costeras para retirar las acumulaciones de cieno maloliente y las algas que lo acompañan y dejar las playas lo más saneadas posible.

Estos equipos que trabajan a pie y se distribuyen en jornadas de mañana y tarde hasta Mar de Cristal, cuentan con el apoyo de cinco tractores, que recogen los residuos que ellos dejan en el centro de la playa, y los depositan en los contenedores que hay estratégicamente situados cada pocos kilómetros. Los vecinos de esta zona del litoral del Mar Menor indicaron que echan de menos algunas pasarelas para las playas, pero fuentes del Ayuntamiento indicaron que ninguna de las situadas en el Mar Menor ha sido dañada o arrastrada por el temporal. «Están todas la que deben estar», apuntaron. En el Mar Menor no hubo pérdida de arena por las corrientes. Al menos no de manera apreciable.

Solares y podas en La Azohía

En la zona oeste, todas las playas desde La Azohía hasta Isla Plana, están limpias y se nota que la arena ha sido ahuecada, removida y aireada con la maquinaria adecuada en los días previos al fin de semana. En este caso, las quejas tienen más que ver con el estado general del entorno. Para los vecinos de La Azohía, faltan palmeras por podar y, sobre todo, las campañas en zonas de baño no se han visto correspondidas con una limpieza posterior de los residuos vegetales. Hay restos de podas aún en rincones de San Ginés, cuyas calles conservan en mal estado el asfalto original de hace cuarenta años.

Fuente: laverdad.es