La luz del caballito de mar en el Mar Menor se ha ido apagando en las últimas décadas. Tanto, que los buceadores de la asociación Hippocampus (por el nombre científico de la especie) se sorprenden ya cuando localizan alguno. Pero los datos que recopilan desde 2007 en la laguna no han bastado por ahora para que se incluya en el Catálogo Español de Especies Amenazadas como vulnerable o en peligro de extinción.

Las condiciones para que una especie sea añadida a esta lista es que su población se vea reducida en al menos un 50% en los últimos 10 años, algo que la organización Hippocampus tiene claro que se cumple: “Su población está en mínimos históricos”, apuntaba la bióloga cristina Mena en el diario ‘La Opinión de Murcia’ en junio de 2020.

Un problema que viene de lejos
Si echamos la vista atrás un poco, encontramos que los esfuerzos por salvar la especie vienen de lejos, pero han resultado claramente insuficientes. En 2016 un episodio de lluvias hizo pensar que era el jaque final para el caballito de mar. Entonces la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente acordó con Hippocampus la campaña ‘Naturalmente, Mar Menor’ para promover medidas que recuperasen la salud de la laguna.

A principios de 2019 parecía que sus aguas presumían de nuevo de la población de caballito de mar, según publicó en febrero el medio local ‘La Verdad’. Pero la Dana (depresión aislada en niveles altos) o gota fría que provocó unas inundaciones gravísimas en Murcia en septiembre y de nuevo en octubre del mismo año agotaron toda esperanza. A los buceadores les costaba encontrar un macho en todo el Mar Menor. Después del confinamiento dieron con uno preñado, una noticia agridulce dado que les habría gustado reportar más ejemplares.

Hay que recalcar que la Dana que mencionamos fue la guinda del pastel para unas aguas de por sí muy contaminadas por los vertidos agrícolas, las aguas residuales y la construcción desmedida. El desplome de oxígeno (anoxia) en la laguna dejó miles de peces y moluscos muertos a orillas del Mar Menor, una imagen que los residentes no olvidarán.

Tatuadores y buceadores unen fuerzas
Entre ellos, ejemplares de caballito de mar o hipocampos. Una especie que, una vez más, busca salvar la organización Hippocampus, junto a los tatuadores de Perla Negra Tatoo, de Molina de Segura, que han hecho una donación muy original. Los artistas del estudio tatuaron diseños del animal a todas las personas que se acercaron el 10 julio por tanto solo 20 euros y cada céntimo fue a parar a este fin solidario. Un total de 2.500, publica ‘La Opinión de Murcia’. El dinero se destinará a estudiar las poblaciones para que la especie sea declarada en peligro de extinción.

El caballito no es el único que se apaga en el Mar Menor
También se ha detectado una reducción drástica en la cifra de otras especies, como el cangrejo azul autóctono o las nacras, como denuncia a menudo la cuenta Mar Menor KO a través de Twitter. Entre otras cosas, la proliferación de anémonas y algas está jugando en contra de su fauna.

Fuente: telecinco.es