Presupuestos de Murcia 2021

La política fiscal de Fernando López Miras es humo, pues beneficia solo a las rentas altas a costa de los servicios públicos de toda la ciudadanía. Este año la Región de Murcia cuenta con unos presupuestos históricos, con un incremento de 12.2% respecto a 2020, llegando a 5.331 millones de euros. Nueve de cada diez euros de este total llegan del Estado español gestionados por el Gobierno de Pedro Sánchez, quien reafirma su compromiso con nuestra tierra, al tiempo que el Gobierno tránsfuga de López Miras llena sus cuentas cómodamente para seguir sin hacer su parte, manteniéndonos como una Comunidad Autónoma dependiente, fracasada en su nivel de recaudación propia y que, con cinismo, vende su rebaja de impuestos como bandera principal.

La realidad es que su política fiscal es humo, pues beneficia solo a las rentas altas a costa de los servicios públicos de toda la ciudadanía: para rentas de doce mil euros al año, representa una deducción de solo 37 euros anuales, con lo que no se llena una cesta de la compra, pero a cambio se dejan de recaudar 18 millones de euros muy necesarios para escuelas infantiles, hospitales, centros de atención a la dependencia, viviendas, transporte público y carreteras rurales. Esto, sin dejar de lado que sus más de dos décadas de pésima gestión nos tienen arrastrando una deuda de más de 10 mil millones de euros.

El plan para la Consejería de Fomento e Infraestructuras presenta un recorte de 18,6%, reflejando una absoluta dejadez y abandono en este sector clave, al igual que para Patrimonio, donde el recorte llega al 20%. A la Dirección General de Medio Ambiente le reducen el 35%, y a la partida de la recuperación del Mar Menor 6 millones, lo que parece el precio a pagar por un gobierno que se apoya en negacionistas del cambio climático.

Respecto a Educación, la llegada de la ultraderecha al timón de esta cartera refleja que están más centrados en a la censura con su veto parental que en reforzar la enseñanza pública. El presupuesto de esta Consejería congela las partidas de educación infantil y especial, ayudas para libros, becas de comedor y transporte. Lo que sí aumenta es el presupuesto de la concertada, el reflejo de su desdén por lo público.

Respecto a Universidades, las cuentas del Gobierno de tránsfugas no incluyen nada de actuación social sobre la inclusión del alumnado con menos recursos, ni tampoco sobre el rejuvenecimiento y estabilización de las plantillas de ambas Universidades. ¿Con qué expectativas de futuro dejan a la juventud de la Región de Murcia? ¿Esto es apoyar al motor de la innovación que supone la estabilización del profesorado universitario? Ya les digo yo que no.

Por si fuera poco, la iniciativa de los Presupuestos, que sin pudor alguno han entregado siete meses tarde, viene, de nuevo, sin un Informe de Impacto de Género, cuando la Ley Orgánica de Igualdad entre Mujeres y Hombres obliga a que los presupuestos de todas las Administraciones públicas lo presenten. La Consejería de Mujer e Igualdad, que debería pugnar por corregir esta omisión, congela la partida para la renta básica de inserción, la cual arrastraba un recorte de dos millones del en el presupuesto pasado.

Estos presupuestos, que deberían ser de la recuperación, el Gobierno tránsfuga los ha diseñado como presupuestos ‘de la incompetencia’. Si a esto le sumamos, además, la costumbre de los gobiernos del PP de no ejecutar las partidas clave, las luces rojas se encienden. Por ejemplo, el nivel de ejecución de los capítulos de inversiones, a diciembre 2020 estuvo en torno al 50%. Del presupuesto total de educación, el año pasado dejaron de gastar 60 millones de euros… ¡el año en que nuestro profesorado se vio en circunstancias límite!

Urge que los presupuestos de un año tan crítico estén a la altura de las circunstancias y para eso hacen falta enmiendas en todas las áreas. En el Grupo Parlamentario Socialista estamos trabajando para señalarlas, para que las cuentas garanticen una recuperación sostenida que atienda a las personas más vulnerables, y que nos dirjan hacia el camino correcto: un cambio de modelo productivo donde la innovación y la digitalización sean los ejes rectores, con una perspectiva de género y compromiso ambiental transversal. Para poder construir una Región de Murcia con plena libertad sobre su destino.

Pero, ahora más que nunca, requerimos a toda la ciudadanía que esté atenta y ejerza la presión social suficiente para que logremos que se enderece el rumbo. Mañana martes, toca el debate en el pleno. Por el bien de nuestra tierra, no bajemos la guardia.

Fuente: laopiniondemurcia