La alumna de Ingeniería Química la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) María Rocío García ha propuesto al Ayuntamiento de la ciudad portuaria la creación de un sendero ecológico entre Playa Honda y Los Urrutias como alternativa a los tanques de tormenta proyectados en el Arco Sur del Mar Menor.

La idea de la estudiante es retener los arrastres de agua de lluvia con parques inundables como el de La Marjal, en Alicante, o el planteado en el Plan Rambla. “Es más económico y sostenible”, ha señalado la estudiante, concienciada con la protección y recuperación de la laguna salada.

El cordón vegetal que plantea García minimizaría los riesgos de inundación en las localidades del litoral sur y permitiría absorber parcialmente los metales pesados procedentes de la Sierra Minera mediante plantas fitorremediadoras, así como potenciar un turismo desestacionalizado, con una ruta verde que conectaría y pondría en valor el patrimonio natural y cultural de la zona.

La alumna de la Politécnica ha presentado su plan a las concejalías de Turismo e Infraestructuras del Ayuntamiento de Cartagena y se lo está exponiendo también a los propietarios de los terrenos afectados.

Esta iniciativa es una de las muchas que esta estudiante de Ingeniería Química Industrial lleva a cabo en defensa del Mar Menor, una causa en la que está totalmente implicada. “Es mi prioridad ahora mismo”, ha comentado.

De hecho, es una de las promotoras de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pide dotar de entidad jurídica a la albufera. “Llevamos poco más de una semana recogiendo firmas, pero creo que vamos a conseguir muy rápido las 500.000 necesarias”, ha asegurado al respecto.

El impacto de ver miles de peces muriendo en las costas del Mar Menor durante el episodio de anoxia de hace un año cambió la vida de esta cartagenera. “Estaba en Canarias, con el programa de movilidad SICUE, y desde allí ya empecé a ayudar a difundir las movilizaciones de protesta”, ha recordado esta fundadora del movimiento Por un mar vivo, miembro de la Plataforma para la recuperación de la playa de Los Urrutias y su entorno y voluntaria de Greenpeace y Ecologistas en Acción.

Sus estudios en Ingeniería Química le han permitido hacer por su cuenta análisis de los nitratos, nitritos y fosfatos presentes en las aguas del Mar Menor, con los que monitoriza periódicamente el estado de la laguna salada.

Fuente: lavanguardia.com