Yo no autoricé la agricultura intensiva a base de nitratos y pesticidas en el Campo de Cartagena, ni amparé, fomenté y defendí a empresarios agrícolas que incumplían las normas.

Ya sólo falta que cuando esta semana Cáritas ofrezca sus datos de pobreza en la Región, donde lamentablemente en esto si somos líderes como en abandono y fracaso escolar, también nos eche la culpa a la sociedad.

Vuelve a equivocarse el señor presidente al intentar socializar la crítica situación medio ambiental que sufre el Mar Menor. Es una pena que quien ostenta la responsabilidad de representar al millón y medio de murcianos y murcianas, se refugie tras el escudo de la incompetencia y culpabilice a la sociedad de lo ocurrido en el Mar Menor.

Yo no derogué la Ley 3/1987 de 23 de abril de Protección y Armonización de usos del Mar Menor. Quien se posicionó en contra fue Federico Trillo, su Partido Popular, y sobre todo el gobierno del expresidente regional Ramón Luis Valcárcel, que terminó derogándola.

Yo no autoricé la agricultura intensiva a base de nitratos y pesticidas en el Campo de Cartagena, ni amparé, fomenté y defendí a empresarios agrícolas que incumplían las normas. Yo no planifiqué ni promoví planes urbanísticos en los municipios que circundan el Mar Menor.

No, señor presidente. No nos eche la culpa de su inacción e incompetencia a la sociedad. No le permito que nos culpabilice de los desmanes de su partido, de sus mentiras y de su errática política. No sé qué instrumento tocaba usted cuando el Mar Menor se llenaba de nitratos y de mierda, pero no es ni ético ni verdad echar la culpa a la sociedad. Jamás pensé que un presidente de mi Región utilizaría la cobardía de esconderse en la sociedad para no asumir la más mínima responsabilidad.

Yo no soy culpable, señor presidente, de aquellos tuits en los que Teodoro García y su consejera de Turismo decían que el Mar Menor estaba mejor que nunca gracias a usted. Ahora con miles de peces muertos encima de la mesa, la culpa es de todos.

De lo que sí soy culpable, y lo reconozco, es de no gritar más alto cuando muchos científicos y expertos nos alertaban cada año de lo que estaba ocurriendo. Y también de haber hecho pipi en Los Alcázares cuando era pequeño, y de no negarme a mi madre a echarme crema solar.

La pregunta que debería hacerse, señor presidente, es que si la culpa de todo lo malo que nos ha pasado la tiene la sociedad en su conjunto, ¿qué pinta usted entonces al frente de una empresa con más de cincuenta mil trabajadores y cinco mil millones de euros de presupuesto? Creo sinceramente que su vicepresidenta fue honesta cuando me dijo que lo primero en pensar cuando oía su nombre era “inmaduro”. No ha tenido ni tan siquiera la decencia de cesarla, lo que desgraciadamente le inhabilita a usted como presidente.

Presupuestos Comunidad: un insulto a la inteligencia

Y por si faltaba algo, escuchar a su nuevo consejero estrella decir que el PP y Ciudadanos han estado este pasado puente reuniéndose para intentar llevar a buen puerto los presupuestos, no sólo demuestra una preocupante falta de coordinación en el seno del propio Ejecutivo, sino un insulto a la inteligencia.

Le recuerdo que la ley dice que el Gobierno presentará de forma conjunta el proyecto de ley de presupuestos ante la Asamblea antes del 1 de noviembre, y ahora me dice que el propio Gobierno en diciembre está negociándolo. Como broma está bien, pero seamos un poco serios por favor. Se demuestra que hay dos gobiernos, cuando no tres, ya que Vox está al otro lado de la puerta con el mazo preparado.

Fuente: eldiario.es