Ayuntamientos de la costa de la Región de Murcia preparan medidas para tratar de frenar los contagios en los botellones

Cartagena denuncia que controla en solitario La Manga y Cabo de Palos, pero la Delegación lo niega y espera que «asuma sus competencias».

El ocio de la población más joven, aún sin vacunar y dispuesta a disfrutar al máximo de las noches de verano, es la principal gasolina con la que cuenta a día de hoy la Covid para seguir propagándose. Con la campaña de vacunación ya muy avanzada y la situación en los hospitales controlada, el mes de julio se perfilaba calmado, pero el virus no está dispuesto a ceder y se propaga exponencialmente.

La Comunidad, para parar los pies a este nuevo avance de la pandemia, ha decretado el cierre del interior de los locales de ocio nocturno –entre otras restricciones–, pero la amenaza continúa en las calles, donde las celebraciones no entienden de aforos ni distancias de seguridad. Varios ayuntamientos costeros preparan ya medidas adicionales para tratar de frenar los contagios en los botellones y contener los posibles brotes derivados de estas aglomeraciones juveniles.

Cartagena es uno de ellos. Uno de los focos más conflictivos está en las calles de Cabo de Palos y la cercana playa del Vivero de La Manga del Mar Menor. Allí, desde hace años y cada fin de semana estival, cientos de jóvenes se reúnen para hacer botelleo y divertirse durante toda la madrugada. La situación se mantiene este verano, pese a las advertencias de las autoridades por los riesgos de contagio de coronavirus y los dispositivos especiales con agentes de la Policía Local.

«El Ayuntamiento de Cartagena ha asumido y asume sus competencias en el control del botellón. Y prueba de ello es la puesta en marcha del dispositivo especial de agentes, similar al del año pasado y que funcionó muy bien», explica el concejal de Seguridad Ciudadana, Juan Pedro Torralba. Cada día habrá 26 agentes de refuerzo en el municipio –87 en total–. El operativo se puede ampliar en función de las necesidades en el litoral.

No obstante, Torralba recordó que la prohibición de beber en la calle la fija una ordenanza municipal, pero la obligatoriedad de mantener distancias y evitar aglomeraciones en pandemia es una orden de la Administración central. «Es decir, es una competencia de la Delegación del Gobierno, como también es la seguridad ciudadana. No es cuestión de echarnos la pelota unos a otros, sino de trabajar codo con codo para contener la pandemia y mantener la seguridad en todo el término municipal», añadió.

En el Ayuntamiento cartagenero existe malestar porque, hasta este momento, es la Policía Local la que ha tenido que asumir en solitario ambas competencias en las zonas de botellón de La Manga y Cabo de Palos, pese a que en esta última localidad existe un cuartel

Auxilio de la Guardia Civil

Fuentes de la Delegación remarcaron que el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública es una cuestión municipal y su vigilancia y exigencia del cumplimiento es competencia de los responsables municipales. «La Guardia Civil auxilia a la Policía Local en materia de seguridad ciudadana», sostuvieron. En este sentido, incidieron en que, «cuando se le solicite ayuda, se prestará el apoyo, como hasta ahora ha hecho y seguirá haciendo, pero esperamos que cada administración asuma sus competencias».

El Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar también decidió ayer adoptar nuevos refuerzos a partir de este fin de semana para combatir los botellones en sus calles. Según explicaron fuentes municipales, la Policía Local ya incrementa sus esfuerzos durante el estío para evitar que los jóvenes se concentren en la calle para beber, pero, a partir de este viernes, la vigilancia será mayor. El Consistorio no precisó, sin embargo, en qué consistirá ese refuerzo.

El municipio de Águilas también refuerza las patrullas policiales nocturnas un 10% ante la previsión de botellones, tras las restricciones en los locales de ocio nocturno, según confirmó el concejal de Seguridad, Tomás Consentino. Reconoció que el control de esta práctica es «muy complejo».

Incidentes en desalojos

El desalojo policial de los botellones suele desencadenar incidentes, por lo que el Ayuntamiento también ha reclamado que se incorporen a esta labor más agentes de la Guardia Civil. Al Consistorio aguileño le preocupan especialmente el entorno de playas urbanas, como La Colonia, donde los botellones son frecuentes en las madrugadas de los fines de semana, y otros puntos más alejados del centro como Los Cocedores de El Hornillo y Levante, donde también se organizan estos encuentros juveniles.

Su frecuencia y número de participantes se redujo cuando reabrieron los locales de copas, pero ahora las autoridades temen un repunte por las limitaciones a la actividad de los locales de ocio nocturno, en un momento en el que la ciudad ya ha multiplicado su población. El efecto contrario se produce en Lorca. El éxodo estival a las playas de Águilas hace que la Policía Local no tema incrementos del contacto social juvenil en botellones y, de hecho, no se reforzará el número de agentes dedicados al control de esa práctica, explicó el concejal de Seguridad, José Luis Ruiz.

Pese a ello, se mantendrá la vigilancia en lugares donde habitualmente se producen ese tipo de encuentros, como el cauce del Guadalentín, la zona de picnic del parque de Las Señoritas en La Viña, en el mirador del castillo y parques de la periferia, en el barrio de San Cristóbal o el entorno del campus universitario.

El concejal de Seguridad de San Javier, Rubén Pérez, descartó la adopción de más refuerzos en su zona. Actualmente, la zona de La Manga cuenta con dos patrullas nocturnas y una tercera durante los fines de semana, según explicó. «Si empezamos a ver que hay más botellón en las playas, se adoptarán medidas», recalcó.

Preguntado por esta cuestión, el concejal de Seguridad Ciudadana de Murcia, Enrique Lorca, recalcó que, «desde que finalizó el estado de alarma, nosotros pusimos en marcha un dispositivo especial para luchar contra estos botellones en las zonas del municipio en las que sabemos que suele haber una incidencia mayor». Ese dispositivo, explicó, se reforzó a raíz de la problemática registrada en los alrededores de la zona de ocio Zig Zag. «Vamos a mantener el dispositivo, pero en estas fechas el municipio suele tener menos incidencia porque la gente suele ir a la costa». Lorca recalcó, además, que la colaboración con la Delegación del Gobierno es «constante y fluida».

Fuente: laverdad.es