El deterioro y el mal estado del Mar Menor provoca ya cancelaciones de las reservas hoteleras

La amenaza de ‘sopa verde’ a la que se enfrenta el Mar Menor ya ha empezado a tener efectos negativos en el turismo. Los establecimientos turísticos de los municipios ribereños están registrando cancelaciones de reservas para el verano ante el deterioro de las playas que se ha producido en el litoral. Empresarios de los sectores vinculados a la hostelería y a las actividades náuticas se reunirán este viernes en Cartagena con el consejero de Presidencia y Turismo, Marcos Ortuño, para plantearle su preocupación por el impacto que la degradación de la laguna salada puede llegar a tener en los negocios durante la campaña que ahora comienza.

La presidenta de la patronal turística Hostetur  y de la Federación Turística Costa Cálida, Soledad Díaz, espera que el encuentro con el responsable de Turismo permita encontrar soluciones que ayuden a evitar una fuga de clientes de las playas marmenorenses. A la reunión asistirán representantes de las organizaciones empresariales de la comarca del Mar Menor y de Cartagena.

Temen que la crisis del Mar Menor ahuyente a los visitantes y deje sin clientes a los alojamientos turísticos y a los establecimientos de hostelería, cuya clientela se vería muy mermada si las playas no reciben los bañistas habituales de otros veranos.

Díaz apuntó que ya se están produciendo cancelaciones para la temporada de verano, aunque dijo que no afectan a las reservas que generan «los eventos deportivos o las concentraciones de los equipos que vienen a realizar sus entrenamientos».

Una de las alternativas que pueden plantear los empresarios en la reunión con el consejero de Turismo es la creación de un servicio de autobuses que traslade a los clientes de los hoteles que no dispongan de playas aptas para el baño «al Mediterráneo o a otras playas del Mar Menor que estén en buen estado», según apunta la presidenta de Hostetur. Sugiere incluso que se establezca un horario de mañana y de tarde para que los clientes tengan la seguridad de que podrán ir a bañarse.

El deterioro que sufre el Mar Menor se ha agravado en los últimos meses a consecuencia de las lluvias y de los arrastres que han provocado las escorrentías.

Los equipos de limpieza y los pescadores trabajan en las últimas semanas en la retirada de algas que se han acumulado en La Manga, a pesar de que las playas de esta población han sido en años anteriores las menos afectadas. Tradicionalmente los mayores problemas se han producido en las localidades más cercanas a la rambla del Albujón, mientras que las zonas más alejadas de los vertidos y de las tierras de cultivo conseguían salvarse.

Según las estimaciones del presidente de la Cofradía de Pescadores de San Pedro, diariamente se están sacando entre 40 y 45 toneladas de ova y fangos de la laguna salada. El objetivo es evitar un nuevo proceso de anoxia como el que dio lugar el pasado verano a la muerte de miles de peces en pleno verano.

No obstante, la presidenta de Hostetur recuerda que «La Manga tiene el Mediterráneo».

Perfil de los turistas

A juicio de Soledad Díaz, tanto La Manga como Mazarrón y Águilas tienen unos turistas «con un perfil diferenciado que es difícil que cambien», por lo que duda incluso de que pueda producirse un trasvase de visitantes del Mar Menor hacia el resto de poblaciones turísticas de la costa.

Su previsión es que la campaña de verano volverá a rozar el lleno total en estas localidades costeras, tal y como ocurrió el pasado año. Da por hecho que la incertidumbre generada por la pandemia y por el conflicto bélico en Ucrania espolearán el turismo nacional, mientras que las salidas al extranjero seguirán siendo inferiores a las que se registraban antes del coronavirus. «La gente no va a salir mucho al extranjero por los coletazos de la pandemia y la guerra», augura.

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Fuente: laopiniondemurcia.es