Doce profesionales de la residencia Lozar de San Javier han decidido quedarse con los 62 ancianos que viven allí para evitar contagios de coronavirus.

El equipo de una residencia de La Ribera se confina con sus mayores

Las 62 personas mayores que viven en la residencia Lozar, en Santiago de la Ribera (San Javier), han ganado doce compañeros más, bastante más jóvenes que ellos. Se trata del equipo de profesionales del propio centro. Hace unos días, cuando se decretó el estado de alarma en España para frenar la expansión del coronavirus, la directora de Lozar, Carmen Blázquez, decidió que se mudaba con los mayores para estar más pendiente y once profesionales de su plantilla la siguieron. De esta manera, no tienen que estar volviendo a su casa y reducen el riesgo de introducir el Covid-19 en un lugar habitado por población de riesgo.

«Mi madre vio que el virus podía llegar a la residencia a través de terceras personas y le pareció que los mayores estarían más seguros», explica Lucía Martínez, hija de la directora y que también trabaja en Lozar.

La cocina, la limpieza y los cuidados que necesitan los residentes están garantizados con las doce mujeres que decidieron libremente convertir su lugar de trabajo en su hogar mientras dure la cuarentena. «La mejor medida es la no exposición», sostienen desde dentro.

Para extremar aún más la precaución, Carmen Blázquez decidió clausurar las zonas comunes de la residencia. «Se han adecuado las habitaciones para que los internos estén más cómodos y allí mismo se lleva a cabo la gimnasia ocupacional y la gerontogimnasia», comenta su hija. Además, las visitas se prohibieron y los residentes no pueden salir. «Están en la misma situación que sus familiares de fuera, pero más cuidados», apostillan.

No obstante, en Lozar apostillan: «Eso no quita que quien quiera interesarse por alguno de nuestros internos pueda llamar y hablar con él, cosa que hacen».

A pesar de lo rápido que se suceden los acontecimientos tras la llegada del coronavirus a España, desde Lozar señalan que el IMAS avisó con tiempo de sobra para abastecerse de medicamentos y alimentación para pasar la cuarentena.

No todas son iguales
En este centro de mayores de La Ribera están molestos con las últimas informaciones que apuntan a que la UME se ha encontrado con personas muertas al acudir a desinfectar varias residencias. «No dicen cuáles, por lo que alarman a la gente y todos parecemos culpables», lamentan.

Fuente: laopiniondemurcia.es