El parque acuático de San Javier
El parque acuático de San Javier, cuatro millones de euros. Eso es lo que va a costar a las arcas municipales el proyecto de parque acuático (con zoológico incluido, que todo hay que decirlo) que el Ayuntamiento de San Javier intenta construir en los terrenos de “La Calavera”
Un gran proyecto que está enfocado a promocionar el turismo en la comarca, y en palabras del señor concejal de turismo “Será un proyecto desestacionalizador del turismo y una alternativa para el sol y playa”, con dos bemoles.
Me gustaría saber cómo piensan (y usando su palabro) desestacionalizar el turismo, cómo van a conseguir que en los meses de invierno, vengas turistas a un parque acuático al aire libre. Como no regalen con cada entrada un traje de neopreno, va a ser difícil. Luego los niños con el neopreno se atascarán en los toboganes y habrá que subir a por ellos.
Pero vamos a ver. Cuatro millones de euros en eso, cuando el mayor aliciente para el turismo en la zona es el mismo Mar Menor; cuatro millones que podían destinarse a proyectos que aliviasen el estado caótico de la laguna, como principal foco de interés de la comarca. Parece que la concepción que tiene del Mar Menor es el de un ecosistema extinto, sin que merezca la pena intentar su recuperación. Concepción que por otro lado ya tiene la Comunidad Autónoma de Murcia, que sigue en su política de favorecer a las grandes empresas agrícolas, de la que es gregaria, y el señor Alcalde de San Javier, se vuelve a plegar ante los deseos de sus jefes de Murcia, sin mirar para el municipio ni para los vecinos, como se plegó hace unos años con el cierre del aeropuerto de San Javier, sin protestar ni una vez y todo a cambio de un museo de aviones que ni está, ni se le espera.
Tal vez, ese dinero podría emplearse en parte en fomentar el turismo de invierno, mediante la creación de escuelas deportivas, de piragüismo, de vela, de esquí acuático, y otras disciplinas deportivas, donde el neopreno si se puede llevar y aprovechando la benignidad del clima, llamar a la zona a turistas y amantes de esos deportes. Fomentar el turismo gastronomito y cultural, ayudar a los hoteles de la zona para que abran sus puertas a excursiones, viajes de estudios, turistas de fin de semana, que hoy no les salen rentables.
Esas serían iniciativas con las que le señor concejal de Turismo tendría su ansiada desestacionalización. Pero para ello hay que confiar en el potencial de la zona, es la llamada del Mar Menor y echarle un poquito de imaginación.
La pandemia esta dejando una tregua y la gente se encuentra con ganas de salir, de disfrutar, de dejar atrás los años de oscuridad y, por qué no decirlo, de miedo; pues llamémosles con planes que les sean atractivos y no con un simple parque acuático (con zoológico, siempre se me olvida), del que hay miles en España y que todo el mundo tiene alguno cerca de casa.
El turismo, ahora sólo en verano, viene a la zona buscando el sol y la playa, buscando la tranquilidad del clima y su descanso, sin embargo se encuentran con una playas, sucias y deterioradas, sin servicios, en un pueblo con escasas plazas hoteleras y menos focos de diversión y entretenimiento, pero, eso si, con un flamante y precioso parque acuático, al que según el plan municipal van a acudir todos los días dejando la playa de lado.
Si dejan la playa de lado será porque, en seis años consecutivos, ninguna zona ha ganado la bandera azul de calidad turística, sin que el Ayuntamiento haga nada, ni el más mínimo esfuerzo, por revertir esa situación.
Un proyecto, sin ánimos de ofender (o tal vez si) de peón caminero. Este proyecto está prohibido por el la Ley de Protección del Mar Menor, pero tienen el pensamiento de forzar la situación, en un nuevo desprecio a la salud de la laguna, obteniendo la calificación de proyecto de interés turístico y así saltarse la ley. Lo conseguirán, dados los contactos del señor Alcalde en la Comunidad Autónoma y en el partido en el poder, así como de su extrema docilidad, que siempre muestra, con los desaguisados que desde Murcia nos hacen.
El parque acuático de San Javier puede ser un aliciente más para la zona, eso lo reconozco, pero no el acicate del turismo de la comarca, ese es, y será siempre, el Mar Menor y lo último que se puede hacer, por encima de proyectos y caprichos faraónicos, es no dejarlo morir.
Antonio F. Samper
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