El viento aleja la amenaza de un nuevo episodio de anoxia en el Mar Menor
El estado de la laguna salda de Murcia sigue siendo “crítico” aunque el viento ha favorecido la oxigenación del agua en los últimos días.
El Mar Menor ha cogido algo de aire. El viento registrado en la última semana ha permitido alejar la amenaza de un nuevo episodio de anoxia o falta de oxígeno en la laguna salada aunque la situación de este ecosistema sigue siendo crítica, como en los últimos meses. Este factor meteorológico ha influido en los últimos días a la hora de oxigenar la capa superficial de agua del Mar Menor, ‘disolviendo’ de esta forma los puntos anóxicos que hace una semana se registraron en la cubeta sur del Mar Menor. En una comparecencia ante los medios, el consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo, y el investigador de la UPCT y miembro del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, Javier Gilabert, señalaron ayer que «el valor de oxígeno en la masa de agua disminuye en algunos momentos el riesgo de anoxia y en otros se aumenta, por lo que hay que seguir vigilando».
Luengo llevó a cabo un repaso por las actuaciones que el Gobierno regional está llevando a cabo al respecto y ha recordado los impactos que sufre el Mar Menor. Preguntado sobre si llevarán a cabo el dragado de la gola de Marchamalo sin permiso del Ministerio, ha dejado claro que «bajo ningún concepto» lo harán. En este sentido, espera que el Ministerio proceda a su ejecución «una vez que se le envió el proyecto» pero todo en aras al cumplimiento de la ley. «El Ministerio tiene la pelota en su tejado», indicó.
En clave política y sobre los regadíos ilegales, el consejero cifró en 113 expedientes los que están ahora mismo en tramitación, «que son unas 2.130 hectáreas, y 45 llegaron hace unas semanas», tras lo que aseguró que el plan para llevar cabo esa restitución no es otro sino la ley, la Ley del Mar Menor, zanjó. También comentó que las inspecciones que se llevarán a cabo en el Mar Menor «se incrementarán de forma importante».
Respecto a la masa de agua del acuífero subterráneo, «con una elevada concentración de nutrientes por esas prácticas agrícolas que no son las actuales», existe la necesidad de su descontaminación o la bajada del acuífero para que no se produzca el intercambio de agua, por lo que hay que extraer ese agua.
Otra de las presiones son las entradas de agua superficiales, que se producen en episodios de lluvia. De hecho, ha señalado que en apenas dos años, desde el 8 de noviembre de 2019 hasta el 29 de septiembre de 2021, «han entrado al Mar Menor unos 19,53 hm3 de agua a través de la rambla del Albujón, lo que supone unos 30 millones de litros diarios de media y 5.000 kilos de nutrientes diarios de media».
En este sentido, Luengo ha destacado la importancia del proyecto de construcción de los biorreactores, que se basa en 15 balsas que se encargarían de desnitrificar o quitar los nutrientes, en un periodo de tiempo de entre 12 y 24 horas, de unos 6,3 hm3 anuales.
La manifestación del jueves 7 saldrá también desde la Delegación:
