TIEMPO DE PREPARACIÓN
190 minutos
NÚMERO DE RACIONES
4 personas

Ingredientes:

6 plátanos

2 cucharadas soperas de ágave

2 cucharaditas de extracto de vainilla

La parte sólida de una lata de leche de coco (opcional)

Toppings: chocolate, nueces, mantequilla de cacahuete…
No vais a tener excusa para no preparar la receta de hoy. A pesar de tener 4 ingredientes en la lista, solo necesitáis UNO de ellos para tener el helado vegano más fácil, rico y nutritivo del mundo: los plátanos.

El nice cream es la abreviación derivada de banana ice cream (banana ice cream – nana ice cream – nice cream). Consiste básicamente en plátano troceado, congelado y posteriormente triturado. La textura es igual de cremosa que un helado, sin los desagradables trozos de hielo. Y lo mejor: es la base para cualquier sabor que te guste. Además, es una estupenda manera de aprovechar los plátanos que se estén madurando de más. ¡Congelador y listo!

En esta ocasión hemos usado la parte sólida/grasa de una lata de leche de coco porque la textura queda mejor aún, además de aportarnos algunos beneficios que explicamos en la receta de la crema de maíz y leche de coco. Su contenido en vitamina E hace del coco un alimento estupendo para el verano, época en la que nuestra piel sufre bastante.

Cómo hacer el helado vegano de plátano
Para hacer este helado no necesitáis heladera, pero sí un robot de cocina de alta potencia (procesador de alimentos, Thermomix…). La leche de coco tiene que estar en la nevera para que la grasa se solidifique.

Trocea los plátanos y mételos en el congelador 2 horas.
Tritúralos junto al resto de ingredientes salvo los toppings.
Si la textura es demasiado blanda para tu gusto, vuelca el helado vegano en un recipiente y mételo al congelador durante una hora.
¡Sirve con lo que más te guste!
Aquí os dejamos algunas sugerencias para vuestro nice cream:

Frutas: fresas, mango, higos, melocotón… funcionan mejor si son bajas en agua. La sandía, por ejemplo, no sería la mejor opción.
Frutos secos: nueces, pistachos, cacahuetes (o mantequilla de), avellanas,… o garrapiñados para subir de nivel.
Especias: canela, cardamomo, vainilla, jengibre…
Saborizantes: cacao (¿hacía falta decirlo?), café soluble, agua de rosas para una versión más naif, té matcha para un bonito color y más beneficios nutricionales…
Toppings de sobresaliente: galletas Oreo (alimento casualmente vegano), granola de chocolate casera, salsa toffee (podéis veganizarla usando nata vegetal de soja, arroz…)

Si te apetece algo más contundente ¡prueba el helado de Oreo! y para otro postre saludable visita nuestro pudin de chía con horchata.

Beneficios del plátano en nuestra salud
Sobre este alimento circulan muchos mitos. Algunas personas creen que no es bueno comer plátano por las calorías o los azúcares que contiene. Asimismo, que no es recomendable incluirlo en nuestra dieta si queremos perder peso. Pero ¡nada más lejos de la realidad!

Es cierto que tienen más azúcares o almidones que otras frutas. Sin embargo, la calidad de estos componentes siempre será mejor que cualquier alimento mínimamente procesado, ya que provienen directamente de una fruta. La fibra que contienen ayuda a nuestro intestino y da sensación de saciedad.

Al comer plátanos obtenemos, en primer lugar, lo que todos sabemos: potasio. Este mineral es imprescindible para el correcto funcionamiento de algunos órganos. Es muy recomendable para personas con hipertensión, y junto al magnesio ayuda a aliviar los calambres musculares.

Una dieta rica en triptófano aumenta los niveles de serotonina (una de las hormonas de la felicidad), necesaria para producir melatonina. Los plátanos (junto a otros alimentos y hábitos) ayudan a regular los ciclos del sueño.

Y si podemos obtener todo esto comiendo un helado…. ¡mejor que mejor!