La Comunidad de Murcia prevé tener listo a principios de 2022 el plan para potenciar el humedal de El Carmolí

Propondrá ‘Soluciones Basadas en la Naturaleza’, que están alineadas con las directrices de la UE, el Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Arquitectura Sostenible (EACS).

El Gobierno regional prevé tener listo a principios de 2022 el Master Plan del proyecto de potenciación del humedal del Carmolí, que está siendo elaborado por un equipo multidisciplinar de biólogos, ambientalistas y arquitectos. Así, espera que se empiecen a licitar actuaciones concretas a lo largo del año 2022.

Este Master Plan dará respuesta a todas las cuestiones sobre la movilidad, recuperación de patrimonio físico, de los hábitats y del comportamiento hidrológico para filtrar las aguas pluviales en este paraje.

Así lo ha hecho saber el director general de Territorio y Arquitectura, Jaime Pérez Zulueta, quien ha indicado que este Master Plan será la propuesta inicial que el Ejecutivo regional presentará al debate social con el fin de incorporar las mejoras que se presenten en ese proceso. Ha destacado que el objetivo es diseñar un proyecto que tenga en cuenta a todos los colectivos implicados, y que aúne todas las áreas de conocimiento relacionadas en este espacio.

INTERVENIR ANTES DE QUE PASE A MANOS PRIVADAS

De esta forma, el Gobierno regional ha puesto en marcha la puesta en valor del humedal del Carmolí, que ocupa 3,1 millones de metros cuadrados en un entorno muy importante como es del Mar Menor, en primera línea de costa en el término municipal de Cartagena. Es un criptohumedal que tiene muchas figuras de protección ambiental, y el Gobierno murciano ha iniciado un proceso de expropiación antes de que pase a manos privadas para garantizar su protección.

En concreto, Pérez Zulueta ha recordado que los terrenos del humedal eran del Ejército y estaba volviendo a manos privadas, en un proceso de reversión de las fincas. Antes de que pase a manos privadas, la Comunidad Autónoma va a expropiar los terrenos para evitarlo. “Pensamos que la mejor gestión que se va a hacer de este espacio natural privilegiado del Mar Menor es la que puede llevar a cabo la administración pública”, según Pérez Zulueta.

Y es que advierte que si el paraje hubiera pasado a sus más de 100 propietarios, “habría sido muy difícil gestionar un espacio natural como este”. “Lo primero que hemos querido abordar en el Gobierno regional es sacar del tráfico jurídico los terrenos que estaban siendo revertidos a los particulares, para así garantizar la correcta gestión de esta zona y potenciar sus valores ambientales y paisajísticos además de fomentar la conectividad sostenible entre núcleos urbanos y el turismo ecosostenible y preservar para siempre un espacio con su uso público”, ha indicado.

Los objetivos clave que se marca la Comunidad Autónoma con el proyecto regional de recuperación del humedal ‘El Carmolí’ son, en primer lugar, potenciar sus numerosos valores ambientales y paisajísticos que justifican las numerosas figuras de protección existentes sobre el área.

En segundo lugar, persigue permitir la accesibilidad controlada y su conocimiento colectivo, lo que fomentará su apreciación y apego por la sociedad; y, en tercer lugar, recuperar los elementos patrimoniales que han configurado su historia.

UNA ACTUACIÓN DIVIDIDA EN 5 EJES

En concreto, el proyecto regional se estructura en cinco ejes. El primero de ellos pasa por la restauración hidrológica para proteger el Mar Menor y reducir el fuerte impacto que tiene en esta zona las inundaciones y evitar daños como los causados por las sucesivas DANAS.

El humedal funciona ya de por sí de forma natural protegiendo el Mar Menor de las fuertes lluvias o avenidas, haciendo de filtro y laminando las aguas en los episodios de precipitaciones torrenciales. No obstante, la Comunidad pretende analizar el comportamiento hidrológico para optimizarlo en la medida de lo posible con una restauración para que pueda seguir funcionando como filtro verde.

“Vamos a estudiar cómo funcionan esos pasos de agua y por dónde van canalizados”, según Pérez Zulueta, quien ha recordado que hay una autovía y una carretera que hacen de barrera. “Vamos a analizar cómo afectan al humedal este tipo de presiones y cómo se podría mejorar este comportamiento hidrológico de forma natural para que lamine mejor el agua o se conduzca para favorecer a los hábitats propios y no a los invasores”.

El segundo eje busca la potenciación medioambiental de sus hábitats eliminando especies invasoras; y el tercero, pretende reconvertir la actual carretera que atraviesa el paraje en un gran eje vertebrador peatonal y ciclable entre los núcleos urbanos, actuando como mirador lineal, quitando la presión antrópica que representan los coches.

Asimismo, en cuarto lugar, el Gobierno murciano propone crear itinerarios controlados que van a permitir el acceso y el disfrute por parte de la ciudadanía, tanto del paisaje como de la riqueza medioambiental. Y es que este criptohumedal es “el espacio libre más grande que hay desde el que se puede observar la laguna salada”, ha añadido.

Además, en quinto lugar, el Gobierno murciano va a recuperar y poner en valor los numerosos elementos patrimoniales que tiene el criptohumedal. Y es que el espacio tiene “mucha historia” porque fue expropiado por el Ejército en los años 40 y hay una antigua base de aviones, con una pista de aterrizaje, y tiene otra zona en la que el Ejército hizo un experimento en los años 70 para fabricar hovercrafts.

“Es un proyecto muy ambicioso”, según Pérez Zulueta, quien ha puesto en valor también la necesidad de que la ciudadanía “sienta un arraigo por esta zona natural que quizá sea menos conocida que otros espacios naturales del Mar Menor como las Salinas de San Pedro o Calblanque, que si bien no está en la laguna, sí está en el área”.

Desde el Ejecutivo regional han destacado que El Carmolí es la ventana visual de mayor tamaño del Mar Menor, y en ella “actuaremos a través de la aplicación de `Soluciones Basadas en la Naturaleza* (SBN) que son medidas que actúan para potenciar los valores ambientales y los elementos naturales propios de esa área”. Además destacó que las SBN están alineadas con las directrices de la Unión Europea para la transición ecológica, el Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Arquitectura Sostenible (EACS).

Respecto a las críticas que apuntan a que es un paraje ya natural y que no necesitaría intervención, Pérez Zulueta ha reconocido que es un espacio natural pero no está “bien conservado”. Así, ha defendido que los espacios naturales “hay que gestionarlos” porque, en caso contrario, “se degradan”. Por ello, la intención de la Comunidad es “actuar para poner en valor el ecosistema”. Ha puesto como ejemplos los casos de Calblanque o Sierra Espuña, que tienen una gestión “modélica”.

Noticias Mar Menor

Fuente: gentedigital.es