La muerte de la cultura

Durante una conferencia de don Miguel de Unamuno, en Salamanca, allá por 1936, el general Millán Astray, interrumpió la disertación del sabio humanista, al grito de “Muera la cultura” Aquello, sin duda fue una declaración de intenciones, sobre el régimen que unos meses después protagonizaría el golpe de estado que dio origen a la guerra civil española.

No es de extrañar. La cultura ha sido siempre el mayor enemigo de los regímenes totalitarios y dictatoriales, la facultad de pensar por si mismo, de comparar situaciones y de buscar una libertad que se sabe perdida, porque tu intelecto así te lo dice, ha sido siempre perseguida por estos regímenes de una tendencia o de otra- Quemas de libros en hogueras publicas en la Alemania Nazi, en la China de Mao, persecución a intelectuales, tanto en allí como en España, en Italia en Chile y un largo etc. de países que han vivido dictaduras.

El estado totalitario busca ciudadanos sumisos, incapaces de pensar por sí mismos y qué obedezcan ciegamente al régimen por no conocer otra cosa.

Personalmente, nací durante el franquismo, pero mis recuerdos de corta edad ya empiezan en el periodo democrático que hemos vivido estos años y jamás pensé que llegaría a ver como un gobierno constitucional, amparándose en progreso y libertades de nuestros jóvenes contraen el mismo error. Las asignaturas de Historia y Filosofía han sido suprimidas del plan de estudios. Qué no piensen, que no sepan.

Nadie, en una generación, comprenderá el verdadero sentido del conflicto catalán, porque desconocerán sus orígenes. ¿Quién conocerá el significado de España como país, si no conocemos las guerras que durante siglos la forjaron?

El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla; los hechos pasados nos sirven de barómetro para comprender las derivas que ciertos acontecimientos toman en nuestra realidad, pero así no nos daremos cuenta que la crispación y mediocridad política de 2022, es una copia de la situación antes de 1936, antes de que estallara la sangrienta guerra civil, de la que todavía, 80 años después, quedan posturas irreconciliables.

Los estudios de Filosofía, ayudan a pensar, algo que debe ser proscrito; conocer los postulados éticos y morales, metafísicos, sociológicos, humanistas, religiosos y económicos de los pensadores que durante siglos han prestado sus pensamientos a estos conceptos, ayuda a ver la vida de manera diversa, sin una creencia única y todos aportan algo al conocimiento, desde Sócrates hasta nuestros días, pasando por Rouseau, Lutero, Kant, Adam Smith, Hegel, Descartes, Nietzsche entre tantos y tantos.

Pensamiento libre, conocimiento de nuestro pasado y sus circunstancias, elementos que incomodan a un gobierno que cada vez se muestra como más totalitario, no vaya a ser que nos demos cuenta de las connotaciones, poco morales y económicamente nefastas, así como un repudio a la historia española en el Sahara, que supone la alianza con Marruecos, en contra de Argelia y su gaseoducto; iniciativa tomada unilateralmente por el líder, sin contar con otros partidos, ni con sus mismos socios de gobierno y ni tan siquiera con sus ministros, que ahora se ven obligados a justificar la iniciativa personal del jefe, aunque no crean en ella. O qué autorizar a los supermercados a limitarnos los artículos que compramos es coartar nuestros derechos de libertad, todo por la inocencia para alcanzar un acuerdo con los transportistas.

Por suerte la cultura nunca muere, ni siquiera es silenciada, siempre quedan mentes inquietas que se salen del rebaño y la mantienen viva, esperando, como un Ave Fénix, resurgir de sus cenizas, miles de años de historia no se pueden callar aunque queramos estar en el año tres de nuestra era, es decir, desde la moción de censura a Rajoy.

Antonio F. Samper

EL NUEVO LIBRO DE ANTONIO F. SAMPER, MIEDO A LA LUZ:  INFORMACIÓN AQUI