Los agricultores de Murcia se enfrentan a multas millonarias por las quemas agrícolas

El Ministerio reconoce por primera vez en la nueva ley de residuos que la incineración de restos vegetales supone «un riesgo» para la salud humana y el medio ambiente y solo admite esta práctica si existen plagas en los cultivos – Estará catalogada como «infracción muy grave».

Las quemas agrícolas en el campo han pasado de ser una práctica tradicional en la gestión de los restos de podas a un problema medioambiental con el que la sociedad se ha negado a vivir. El Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la nueva ley de residuos y suelos contaminados, reconoce por primera vez en la legislación estatal que las quemas agrícolas suponen un «riesgo» para el medio ambiente y la salud humana. De esta forma, el Gobierno central ha decidido clarificar mejor la legalidad de esta práctica y señala que «la quema de residuos vegetales generados en el entorno agrario o silvícola» está prohibida con caracter general.

La incineración de las podas ha pasado hasta ahora por una ambigüedad legislativa que ha ocasionado problemas en la Región de Murcia. La ley solo permitirá la quema «con carácter excepcional, y siempre y cuando cuenten con la correspondiente autorización individualizada que permita dicha quema, por razones de carácter fitosanitario que no sea posible abordar con otro tipo de tratamiento». A su vez, permitiría también la eliminación con fuego de estos restos en «entornos silvícolas, con el objeto de prevenir los incendios forestales cuando no pueda accederse para su retirada y posterior gestión».

Ahora, la nueva ley considera como una ‘infracción muy grave’ realizar este tipo de prácticas, y estará penado con entre 100.000 euros y hasta 3,5 millones de euros. «Ahora ya no hay margen ni confusión para la norma», señala José Antonio Herrera, miembro de Ecologistas en Acción, «la ley refleja explícitamente la problemática de las quemas agrícolas a nivel estatal y regional y las considera un riesgo para la salud humana y el medio ambiente».

Hasta ahora, la Región de Murcia se rige por una orden de la Comunidad de principios del pasado año en la que ponía coto a las quemas salvo si existía una plaga y la incineración era el único modo de acabar con este riesgo fitosanitario. Los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente consideran que dicha orden «es coherente con lo dispuesto en la ley», ya que precisamente también regula la autorización individual que debe recibir cada agricultor si quiere quemar por problemas con un insecto o una enfermedad de la planta.

Jerarquía de residuos

Al considerar los restos vegetales como un residuo, la ley obliga a seguir una jerarquía concreta en la gestión de las podas, priorizando el reciclaje, es decir, el triturado y el uso de las astillas como compost. Hasta febrero, la Consejería había recibido 4.786 solicitudes de agricultores o particulares para incinerar restos vegetales por razones fitosanitarias. En base a estos datos, el 14% de las explotaciones agrícolas en la Región de Murcia habían demandado una autorización en el último año.

La problemática de las quemas agrícolas en la Región de Murcia ha pasado incluso por las manos de la Fiscalía de la Comunidad y también la del Tribunal Supremo. La creciente reacción social contra este perjuicio, del que también habían alertado sanitarios por las enfermedades respiratorias y cardiovasculares que puede generar, ha logrado concienciar a una importante parte del sector agrícola, algo que no ha ocurrido en otras comunidades.

La reciente aprobación de la ley de residuos ha ocasionado un considerable enfado entre los agricultores valencianos, que amenazaron incluso con saltarse la norma si el Ministerio no modificaba el articulado donde se reflejaba la prohibición de las quemas. En tal caso, el Gobierno valenciano ha aprovechado la excepcionalidad que permite la ley y ya ha anunciado que autorizará las quemas por riesgos fitosanitarios.

«La prohibición puede servir de incentivo para otras actividades económicas dedicadas a los servicios de triturado o gestión de estos residuos», señala Herrera, «hay que abandonar esta mala gestión ambiental y apostar por el reciclaje de las podas».

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Fuente: laopiniondemurcia.es