Vecinos agotados, afectados a nivel psicológico y sobre todo cansados. Un día después de las nuevas inundaciones que sufrió el martes Los Alcázares, y en pleno confinamiento por el decreto de estado de alarma, la población está «anímicamente muy tocada».

La tromba de agua que asoló la localidad ha provocado menos daños y ha dejado menos calles y avenidas afectadas por el arrastre de sedimentos que la DANA de enero de este año. Sin embargo, esta nueva riada ha dejado más sensación de impotencia en el pueblo por dos motivos: las medidas de prevención y seguridad por la crisis sanitaria del Covid-19 y por el poco tiempo de reacción que tuvieron tanto los vecinos como los servicios de Emergencia el martes de madrugada cuando se confirmó que se podían llegar a acumular hasta 140 litros de agua en doce horas.

Las daños más significativos se han producido en las obras del colector de aguas pluviales de la urbanización La Dorada, en las obras de reparación de las playas afectadas por la DANA de enero e inundaciones en los pabellones deportivos, así como la paralización de la reparación de las aceras en la desembocadura de la rambla de la Maraña a su paso por la localidad, tal y como confirman fuentes municipales, que remarcan la pérdida de miles de euros en inversión pública.

Ayer, maquinaria de limpieza y de arrastre trataban de poner orden en las calles de Los Alcázares, ya que esta DANA había afectado al 45% del viario público del municipio por arrastre de sedimentos. En su ayuda acudieron varias dotaciones de Brigadas Forestales para limpiar las calzadas y dos vehículos con efectivos de la Infantería de Marina para prestar labores de vigilancia en el municipio. Se dieron parte de 10 sótanos llenos de agua y se aprovechó la limpieza para realizar tareas de desinfección.

«En esta ocasión, con el poco tiempo de reacción que tuvimos tras el aviso de madrugada de la Aemet por acumulación importante de agua, nos vino bien que la gente estuviera confinada en sus casas, fue la mejor manera de proteger a la población», señala Sergio Gil, jefe del Servicio de Emergencias y Protección Civil de Los Alcázares.

Cartagena y Mazarrón
La urbanización Bahía en Puerto de Mazarrón ha evitado ser un punto muy dañado tras las lluvias caídas en el municipio, que llegaron a acumular 100 litros, por la limpieza y el mantenimiento «constantes», señala el Ayuntamiento. Este era uno de los puntos más conflictivos de la localidad pero en las últimas horas han ido desaguando con normalidad.

En Cartagena destacan el funcionamiento de las infraestructuras que fueron capaces de desaguar sin incidentes importantes la cantidad de agua registrada. Solo se produjeron algunas inundaciones en Los Molinos y Los Urrutias, Lengua de la Vaca y el Arenal de Los Nietos, mientras que se llegaron a cortar 10 carreteras por encharcamientos de la calzada.