Era poco antes de las tres de la madrugada del miércoles cuando una mujer, de 70 años, prendió fuego al colchón de su hija de 30. El incendio provocó heridas graves en la joven, que finalmente falleció en la unidad de Quemados del Hospital Virgen de la Arrixaca. Ocurrió en un edificio de la calle Mártires de San Javier, y según ha informado a Efe la edil Estíbaliz Masegosa, la madre padece degeneración cognitiva, y la hija sufría discapacidad intelectual.

Al parecer, los Servicios Sociales de San Javier habían pedido a la Fiscalía el pasado 3 de junio “incapacidad de urgencia” para la mujer que, dos días después, provocó el fatal incendio. Los agentes de la Policía Local de San Javier se desplazaron hasta el lugar para atender a las víctimas. La madre había tragado humo y la joven tenía el 30 por ciento del cuerpo quemado.

Sandra, que así se llamaba la hija, desempeñaba sus funciones como conserje del Ayuntamiento, según la edil, “perfectamente durante los 14 años que ha estado en dependencias municipales”, gracias a un convenio de la asociación para la integración de la discapacidad Aidemar.

Al parecer, el pasado mes de septiembre se iniciaron las gestiones desde la Concejalía para lograr la incapacidad de la madre, puesto que en los últimos días había indicios de que algo estaba pasando en la vivienda, según las llamadas de los vecinos a la policía.

El ayuntamiento puso entonces en marcha el servicio de ayuda a domicilio destinando una auxiliar para que atendiera a la anciana y “se ha intentado de todo hasta el último momento”, remarcó la edil, quién comentó que la madre tenía dos hermanas y Sandra tiene primos y tíos que se están haciendo ahora cargo de la situación.

La Policía Local se personó en el lugar del siniestro aquella madrugada indicado tras recibir una llamada de auxilio en el teléfono en el 112 a las 2:50 horas por un incendio declarado en la segunda planta de un edificio cuyos vecinos fueron desalojados por los agentes por motivos de seguridad.

Al acceder a la vivienda, los policías encontraron en el suelo, junto a la puerta, a la madre que avisó de que su hija se encontraba en su habitación en el interior de la vivienda de donde todavía emanaba una gran cantidad de humo, después de que un vecino, al oír los gritos de auxilio, tratara de apagar el fuego utilizando el extintor de planta.

Los agentes encontraron a la mujer más joven tendida en el suelo de su habitación consciente y con graves quemaduras en cuerpo y rostro, rodeada de enseres calcinados, reavivándose, en ese momento, el fuego que tuvo que ser sofocado de nuevo.

Entre cuatro agentes sacaron a la mujer, de gran corpulencia, de la habitación hasta el rellano de la planta, a salvo del humo del interior de la vivienda. También se rescató un perro que se encontraba en otra habitación siendo trasladado a dependencias policiales.

En ese momento se personó un patrulla de Guardia Civil y dos dotaciones de bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios, que procedieron a extraer el humo de la vivienda, y a evacuar por las escaleras del edifico a la mujer más joven que fue trasladada de urgencia al Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca tras una primera exploración por el personal sanitario del Servicio Municipal de Emergencias y el 061 que también trasladó a la madre al Hospital Los Arcos para ser atendida por inhalación de humos.

Cuando se tomó declaración a la anciana confesó que prendió fuego al colchón de su hija, «para despertarla», indicaron al diario La Opinión de Murcia fuentes cercanas al caso. La mujer habría sido ingresada en un psiquiátrico por orden judicial.

Según manifestaron a EFE unos vecinos, la mujer ya habría quemado más objetos anteriormente, e incluso el 23 de mayo un vecino interpuso una denuncia.

Dos años de denuncias
Cristina, vecina de la anciana ha dicho a EFE Televisión que alguien tiene que ser responsable de lo ocurrido porque en el vecindario llevaban dos años denunciando la situación que se vivía con una mujer que quemaba papeles e incluso una colcha de la fallecida, y que todas las noches gritaba despertándolos.

“Sandra vivía desesperada”, comenta la vecina de la fallecida, quién asegura que “al final ha pasado lo que sabíamos todos que iba a pasar y advertimos que iba a pasar”.

Hace tres meses, al inicio de la pandemia, indicó que la tensión fue en aumento, que los servicios sociales les llevaban alimentos, pero fue en la noche del pasado viernes cuando ocurrió el incendio en el que falleció Sandra a consecuencia de las quemaduras.

Cristina asegura además que tanto la Guardia Civil como la Policía Local y el ayuntamiento de San Javier tenían constancia de la situación y que no podían vivir juntas las dos, y comentó que fue su marido el que apagó el incendio “sino no sabemos cómo hubiera acabado todo” porque había dos bombonas de oxígeno que utilizaba la anciana que podrían haber explotado en la deflagración.

“Nos decían que no se podía hacer nada”, afirma Cristina, quién culpa de parte de lo ocurrido a los servicios sociales municipales.

Fuente: larazon.es