Los vecinos denuncian que la pasividad de las tres administraciones públicas mantiene en el olvido varias playas del Mar Menor. Cada vez que Tay Torralba, una vecina de Los Urrutias de toda la vida, baja a la playa, el alma se le cae a los pies. Vive en la zona de El Pedregal y desde allí la estampa que ve es muy diferente a la que veía hace treinta años en el Mar Menor. Ahora el fango, el mal olor y una arena vacía de bañistas es lo único que se encuentra. «Aquí ya no quieren venir ni los que tienen casa. Estamos olvidados, dejados de la mano de Dios», se queja. Ella, como el resto de los vecinos de este pueblo, de Punta Brava y de Estrella de Mar, refugio para miles de turistas en los años ochenta, clama por mejoras en una zona costera «que se muere poco a poco». La degradación de las playas va en aumento, «por la inacción de las administraciones», algo que ya tiene su reflejo en la bajada, a niveles casi residuales, del número de visitantes y de negocios.

Esta situación es consecuencia también, según los vecinos, del mal estado del pueblo y de la falta de inversión en servicios e infraestructuras. Aceras levantadas, asfalto resquebrajado, zonas de aparcamiento sin delimitar, pasos de peatones con falta de repintar, suciedad y escaso mantenimiento de parques y jardines son las imágenes que ven estos días los vecinos y los pocos veraneantes que allí hay. La falta de poda de los árboles también les preocupa, sobre todo en Los Urrutias. Anteayer, un camión grúa enganchó las ramas de un ejemplar de grandes dimensiones y lo derribó. En otras zonas, las ramas impiden el paso.

Los residentes de estas tres localidades del sur del Mar Menor esperan, como agua de mayo, el plan de choque prometido por el Gobierno local. De este tema se debatirá en el Pleno municipal que se celebrará el 22 de agosto, en el Puerto Deportivo de Los Urrutias. Los vecinos tachan de «oportunista», la reunión, ya que creen que «no se solucionará nada».

«Hay muchos problemas que resolver aquí. Está bien que vengan a hablar con nosotros. Esperemos que, además de ofrecernos proyectos, nos den fechas», manifestó a ‘La Verdad’ la nueva presidenta de la Asociación de Vecinos de Los Urrutias, Elena Lledó. La principal reclamación de los ciudadanos es la mejora de las playas. En los tres pueblos, apenas hay cuatro zonas libres de lodos y algas. Dos hay en Punta Brava y otras dos, en Los Urrutias. Una de las peores áreas está frente a los apartamentos Vistamar. En la orilla se acumula fango ennegrecido, mezclado con restos de algas en descomposición. En esta zona, según David Jiménez, un veraneante, «el pasado año intentó bañarse una mujer mayor y al entrar al agua se hundió en el barrio. Tuvimos que sacarla entre dos personas».

Pasarela improvisada al mar

La situación es muy similar en la mayor parte de la costa sur. Tanto es así, que los vecinos de Los Urrutias han decidido ‘construir’ con las tablas de acceso a la playa, una minipasarela que salva la zona de lodos y les permite adentrarse en el mar. «La utilizo, porque así me puedo bañar con seguridad», contó un bañista y vecino de la zona, Antonio Martínez.

Los residentes aún esperan la construcción de cinco balnearios de madera en diferentes zonas del litoral de las tres localidades. La Comunidad Autónoma sigue dándoles largas después de casi dos años desde que fueron proyectados. Una de las estructuras estaría en Punta Brava, muy cerca de la rambla del Albujón. Otras tres, en Los Urrutias (en la zona conocida como El Pedregal, a la altura de la iglesia y en el Caletón). La última estaría en Estrella de Mar, frente al restaurante La Playa.

En esta localidad, de los trescientos metros de playa que hay frente a la urbanización, ni uno solo puede ser usado para el baño, por la acumulación de lodos en la orilla. Según fuentes de la administración regional, los proyectos aún están en periodo de estudios medioambientales. Su instalación iba a mejorar las condiciones de baño, «pero «tampoco han cumplido, como tampoco lo hicieron con la retirada de los lodos», indicó el gerente de la Entidad de Conservación de la Urbanización Estrella de Mar, Mario Werner.

Los vecinos no entienden por qué sus balnearios tienen que pasar tantas pruebas, «cuando el que ha sido construido frente al Hotel Perla de Levante ha conseguido todos los permisos en poco tiempo», se preguntó otra vecina, Nohemí Ros. «Queremos veranear con un mínimo de dignidad, porque, a la falta de servicios y desperfectos, hay que sumarle la plaga de moscas y mosquitos. Pese a que fumigaron hace unas semanas, aún hay insectos». También esperan la remodelación del paseo, cuyo coste tiene que sufragar el Gobierno central, y el proyecto de ‘vertido cero’ al Mar Menor, del Ministerio de Transición Ecológica.

La falta de veraneantes se nota este año en la mayor parte de calles. En los tres pueblos se cuentan por decenas los coloridos carteles de ‘Se Alquila’ y ‘Se Vende’. Quien lo sabe muy bien es uno de los gerentes de la Inmobiliaria Mar, ubicada en la calle Fernando Dodero. José Rubio confesó que este verano apenas ha alquilado o vendido viviendas. Las únicas, afirmó, «a una decena de trabajadores del nuevo hotel». Aseguró que algunos clientes que tuvo a principios de la época estival, cuando vieron las playas, «se marcharon».

Hartazgo empresarial
El hartazgo se nota también en los pocos empresarios que quedan en la zona. La Asociación de Comerciantes y Empresarios del Distrito Único (Acedu), entidad que agrupa a empresarios de El Carmolí, Punta Brava, Estrella de Mar y los Urrutias, encabezada por su presidente, Severo Sánchez, denuncia que el número de negocios en la zona ha disminuido considerablemente. «Si no hay playas no hay negocios», recriminó el representante de este colectivo. La alcaldesa, Ana Belén Castejón, se reunió la semana pasada con el consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo, y le exigió «mayor celeridad para la recuperación de Los Urrutias», la necesidad «de instalar cinco balnearios ya» y poner todos los medios materiales y humanos en la retirada de los lodos.

Fuente: laverdad.es