Asociaciones y plataformas plantean que las medidas recogidas en la reforma final de la Ley de Protección Integral del Mar Menor resultan insuficientes para la protección y recuperación de la laguna. La Asamblea Regional vota el miércoles 22 de julio el texto integral de la nueva Ley de Protección Integral del Mar Menor, cuyas medidas imponen restricciones en el campo y limitaciones en la construcción de invernaderos y explotaciones ganaderas.

La ley, que cuenta ya con 70 propuestas aprobadas por los diferentes grupos políticos, ha sufrido importantes cambios estructurales cuya eficacia y funcionamiento podrán ser comprobados con el paso del tiempo ya que, tal y como expone el Instituto Español de Oceanografía (EOI) en un informe publicado el pasado miércoles 15 de julio, el proceso de “recuperación de la laguna será largo y complejo” ya que, aunque se eliminen todas las entradas de nutrientes del territorio, su liberación desde los fondos y aguas subterráneas continuará aún durante décadas.

Desde la confederación medioambiental Ecologistas en Acción anuncian que se trata de una reforma puramente cosmética, que supone la puesta en marcha de medidas poco ambiciosas que de nada contribuirán a la recuperación de la laguna salada. “La ley contiene cambios mínimos que no van a suponer realmente una mejora sustancial del ecosistema. No va a ser un freno lo suficientemente eficaz a las aportaciones de nutrientes desde el sector agroindustrial, que es el que está asfixiando el Mar Menor”.

Una de las propuestas más debatidas entre los partidos políticos implicados ha sido la ampliación de la franja libre de fertilizantes en torno al Mar Menor, que pasará de 500 a 1.500 metros. Sin embargo, la ley supone el empleo de fertilizantes por parte de la agricultura ecológica, sostenible o de precisión, siempre y cuando se encuentre a más de 500 metros, no se empleen más de 170 kg de nitrógeno por hectárea y año, y se reserve un 20% del suelo para sistemas de retención de nutrientes.

Ramón Pagán, portavoz de la Plataforma Pacto por el Mar Menor añade que “aunque la reforma final de la ley ha supuesto una notable mejoría respecto a la original, las reformas propuestas para los puntos clave, como la imposición de una franja libre de fertilizantes, la reducción significativa del aporte de abono o la regulación del uso de fertilizantes en toda la cuenca vertiente del Mar Menor, se quedan cortas”.

Por su parte, Pedro García, portavoz de la Asociación de Naturistas del Sureste (ANSE), añade que “habrá que esperar a que, al contrario que ha ocurrido con normativas anteriores o ya existentes, estas nuevas declaraciones se cumplan. Hay que recordar que ninguna de las administraciones competentes han sido capaces de hacer cumplir la normativa en el pasado, por lo que es razonable que existan dudas de que ahora sí ocurra”.

Desde la Asociación sostienen que “hay que tomar otras muchas medidas reales sobre el terreno que aún están pendientes, como la reducción efectiva del regadío ilegal, la recuperación del dominio público hidráulico, la naturalización de grandes espacios y creación de filtros verdes en torno a diferentes humedales de la ribera interior de la laguna, entre otros”.

Moratoria urbanística
La moratoria de los nuevos procesos urbanísticos pasa de los cinco a los tres años, gracias al pacto desarrollado entre los partidos políticos PP, PSOE y Ciudadanos. Así, el plan de Ordenación Territorial del Mar Menor contempla ahora como territorio de actuación las zonas 1 y 2 de la vertiente del Mar Menor, así como La Manga, y propone la restitución de algunos regadíos por estados naturales compatibles con el uso forestal.

La ley incluye ahora que la suspensión de autorizaciones de interés público en el área afectada no será aplicable caso de actuaciones de interés regional, proyectos de interés turístico o proyectos estratégicos en los que se acredite la no afección al Mar Menor.

Por otra parte, en lo que respecta a los puertos deportivos, deberán presentar un estudio de afecciones a la dinámica litoral.

Además, las actuaciones de restauración del patrimonio cultural en el ámbito de los Espacios Protegidos del Mar Menor y la Franja Litoral Mediterránea requerirán de un informe de la Consejería para garantizar que se mantengan los estilos arquitectónicos tradicionales.

Informe del EOI
Un informe elaborado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), a petición del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), expone que para iniciar el proceso de recuperación del Mar Menor se deben mejorar las técnicas de fertilización agrícola y otras soluciones basadas en la naturaleza, impidiendo la entrada de sedimentos y nutrientes con medidas de prevención.

El informe de evolución y estado actual del mar Menor en relación al proceso de eutrofización y sus causas solicitado al IEO por la Dirección General de la Costa y el Mar del MITECO en el marco del seguimiento de las estrategias marinas, cuenta con la participación de 20 autores del Instituto Español de Oceanografía, junto a otros ocho procedentes de la Universidad de Alicante, la Universidad Politécnica de Cartagena y del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura, entre otros.

En éste se expone que una de las causas principales de la eutrofización del Mar Menor consiste en el aporte de nutrientes y materia orgánica, así como la contaminación metálica y química, las obras costeras y de puertos, los dragados y el mantenimiento de playas.

Además, se abordan las causas y consecuencias de la crisis ecológica que sufre el Mar Menor, y se analizan los posibles efectos adyacentes para el Mar Mediterráneo, la dinámica de recuperación de la laguna y las posibles soluciones a la catástrofe.

El estudio concluye que el proceso de recuperación de la laguna será largo y complejo, ya que, aunque se eliminen todas las entradas de nutrientes del territorio, su liberación desde los fondos y aguas subterráneas continuarán largo tiempo.

Algunas de las soluciones propuestas por el Instituto Español de Oceanografía consisten en recuperar los cauces, reducir la erosión, incrementar la cobertura vegetal, proteger y recuperar los humedales periféricos, y construir humedales artificiales en combinación con otros sistemas de filtrado de nutrientes.

El estudio del IEO apunta que la eficacia de las actuaciones se podrá medir mediante el estado real de los hábitats, comunidades y especies de la laguna del Mar Menor, así como los de la franja adyacente del Mediterráneo, los humedales litorales de la laguna y otros espacios protegidos asociados al Mar Menor.

Fuente: eldiario.es