La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) puede empezar de inmediato a bombear el agua cargada de nutrientes que baja por la rambla del Albujón y que desemboca en el Mar Menor, sin necesidad de que tenga una autorización previa del Gobierno regional para esa operación, según manifestaron en la mañana de este lunes el consejero de Agua y Medio Ambiente, Antonio Luengo, y el director general del Agua de la Comunidad, Sebastián Delgado. Ambos alertaron de que en estos momentos están entrando seis toneladas diarias de nutrientes en la albufera, con tendencia a aumentar, por lo que exigen a la CHS y al Ministerio que actúen rápido.

Luengo ofreció una rueda de prensa para explicar los efectos que tiene en estos momentos la rambla sobre la laguna, debido a que el nivel del acuífero Cuaternario está muy alto y provoca afloramientos de agua en los puntos bajos, que van a parar a la rambla a un ritmo de 250 litros por segundo, con puntas de 300. Unido a esto, teme que el incremento de las temperaturas acentúe el proceso de eutrofización de la albufera. En esta situación el consejero puso la pelota en el tejado de la CHS para que evite esta presión, que es la principal que sufre ahora el Mar Menor.

En este sentido, sostiene que el organismo de cuenca puede iniciar el bombeo de esos caudales activando las instalaciones situadas junto a la desembocadura de la rambla, con una operación que debe contar con la participación de los regantes del Campo de Cartagena, quienes utilizarían esos recursos en sus canales de riego para diluirlos con aguas de otra procedencia, como la del Trasvase, la desalación y la depuración. Es una medida provisional prevista por el Ministerio, en la que los regantes pagarán un canon por el uso.

El punto de discusión es qué ocurrirá si se produce una avería en el bombeo o las canalizaciones. En ese caso, la CHS pide una autorización de la Consejería para que ese vertido llegue a la albufera provisionalmente, mientras se repara la avería. Lo haría a través de un aliviadero auxiliar ya construido. Oficialmente no se consideraría un vertido, sino una ‘derivación de agua de carácter temporal’. El reciente decreto ley de protección del Mar Menor permite autorizar esta operación con el uso del aliviadero, a diferencia de la ley de Medidas Urgentes del año anterior. Luengo recalcó este cambio legal propiciado por el Gobierno regional, al tiempo que insistió en que se puede bombear ya mientras se tramita.

Discrepancias entre administraciones

La Consejería recibió la petición de la CHS el 10 de febrero y la está tramitando, pero necesitará dos meses como mínimo para ello. Mientras tanto, Luengo explicó este lunes que hay unas opciones que permiten actuar de inmediato a la CHS. Sostiene que si se activa el bombeo y se produce una rotura, el agua puede volver a la rambla del Albujón mientras se reparan los desperfectos, y que para eso no necesitaría permiso de la Consejería de Medio ambiente. Otra opción, dijo, es almacenar ese caudal en un depósito ya construido.

Luengo también criticó el canon que tienen que pagar los regantes por utilizar ese caudal y diluirlo en sus conducciones de riego, que considera elevado. La CHS está ultimando el trámite para el bombeo, que vincula a esa autorización del Gobierno regional, lo cual pone de relieve el desacuerdo de ambas administraciones sobre un aspecto técnico y muy puntual, como es el uso del aliviadero auxiliar. El consejero de Agricultura envió la semana pasada un requerimiento a la ministra Teresa Ribera para que active el bombeo de inmediato, ofreciéndole su colaboración.

Fuente: laverdad.es