Estar las 24 horas del día en casa la familia al completo puede suponer un incremento medio del recibo de la luz del 30%. El creador de Watiofy, una startup que va más allá de un mero comparador de facturas de la luz, analiza qué podemos hacer para no llevarnos sustos desagradables cuando lleguen los recibos

El coronavirus se ha convertido en el centro de nuestras vidas. La medida del Gobierno de que todos nos quedemos en casa trata de evitar que el virus se propague pero está teniendo muchas consecuencias a nivel empresarial y va a tenerlas también en consumo de luz, agua y gas de cada uno de los hogares. Estamos gastando más que normalmente, y ante la previsión de que esta situación se prolongue en el tiempo, el coste será aún mayor. Sin embargo, incluso en estos momentos, se puede ahorrar. ¿Cómo?

Arturo Cardenal es ingeniero, emprendedor y lleva más de 20 años ligado al sector de la Energía y las Tecnologías de la Información. Es el creador de Watiofy, una startup que va más allá de un mero comparador de facturas de la luz. De su mano analizamos qué podemos hacer para no llevarnos sustos desagradables cuando lleguen los recibos.

¿Cuánto puede aumentar la factura en un hogar?

En estos momentos de crisis del coronavirus, la demanda eléctrica global ha bajado un 14% con respecto a una jornada normal equivalente. Esta bajada viene provocada por el parón en sectores como los servicios o la industria, a pesar de que aumente el consumo a nivel doméstico provocado por el confinamiento.

Aunque el consumo de energía en el hogar se está incrementando sensiblemente como consecuencia evidente de estar las 24 horas en casa y estar toda la familia, el incremento en el recibo de la luz puede oscilar entre el 20 y un 30 por ciento respecto a un mes normal, dependiendo sobre todo del tipo de sistema de calefacción que tengamos en casa. Traducido a euros supondrá entre 20 y 25 euros más al mes para un hogar medio con un gasto anual de 950 euros, explica el experto.

¿Qué podemos hacer para ahorrar?

El hecho de estar en casa más tiempo hace que consumamos más, pero también nos puede ayudar a poner en práctica ciertas costumbres que pueden ser de gran ayuda para ahorrar. Apagar los aparatos electrónicos que están conectados pero que no estamos usando «nos permitirá ahorrar hasta un 10% en la factura de la luz», indica Cardenal. En lavadoras y lavavajillas hay que elegir los programas que funcionan con mitad de carga y temperaturas más bajas.

Además, el ingeniero aconseja que ahora que tenemos un poco más de tiempo deberíamos revisar nuestra factura de la luz y ver si tenemos una tarifa adecuada a nuestro perfil de consumo, con la potencia necesaria o si nos compensa tener una tarifa con discriminación horaria.

Respecto a la calefacción, Cardenal aconseja que «no debemos pasar de los 20ºC porque cada grado de más -o de menos- supone un incremento del gasto del 6-7%». Las bombillas, mejor si son led. Aunque son las más caras, a la larga merecen la pena. Suponen un ahorro energético de hasta un 90% comparadas con las incandescentes y tienen la mayor vida útil. Por último, «puede que parezca obvio, pero es importante intentar aprovechar al máximo la luz natural y evitar dejarnos las luces encendidas».

¿Qué se puede hacer si existen dificultades para el pago?

En este sentido, el ingeniero y emprendedor afirma que «el Real Decreto Ley imposibilita el corte de suministro de agua, electricidad y gas natural a los usuarios con condición de consumidor vulnerable, vulnerable severo o en riesgo de exclusión social», que son los beneficiarios del bono social eléctrico. «En cualquier caso, siempre podemos comunicarnos con nuestra comercializadora para solicitarle un aplazamiento del recibo, alguna de ellas ya ha anunciado que facilitará aplazamiento de pagos sin coste», explica Cardenal.

Además, y pese a que el Gobierno sólo ha imposibilitado el corte del suministro para consumidores particulares, «las eléctricas han anunciado que no van a cortar la luz a pymes y autónomos en momentos tan críticos, pero avisan de que los impagos y aplazamientos van a suponer una pérdida de ingresos en el corto plazo», indica Cardenal. De momento, las pymes y autónomos tienen que solicitar a sus compañías energéticas el aplazamiento de los pagos si así lo consideran.

Las distribuidoras han anunciado casi al unísono que permitirán la reducción de potencia, término fijo de nuestra factura consumamos energía o no, para aquellos autónomos o empresas que se hayan visto obligados al cierre, subraya Cardenal.

Por ley, las distribuidoras solo tienen obligación de permitir un cambio de potencia al año, en este caso se podría permitir más de uno, y algunas lo ofrecen sin coste asociado, aunque el experto aconseja leer la letra pequeña para no encontrarnos sorpresas en este sentido, cuando queramos volver a la potencia original.

¿Es ahora un bueno momento para cambiar de compañía?

Cambiar de compañía suele significar ahorro siempre que realicemos un cambio bien asesorado, indica el experto. Además, «ahora que tenemos más tiempo para analizar nuestro consumo y comparar las diferentes ofertas del mercado no tenemos excusa», subraya Cardenal, quien recuerda que «un cambio de compañía eléctrica nunca implica el corte del suministro, y menos ahora que se cuenta con la garantía del Estado».

Fuente: elmundo.es