La gaviota de Audouin y el fartet, beneficiarios principales del proyecto europeo Life Salinas, que ayudará a mejorar la conservación de los espacios protegidos de las Salinas de San Pedro del Pinatar y el cordón de dunas de La Llana con un programa de actuaciones que se prolongará hasta 2022. Con un presupuesto de 1,8 millones de euros -cofinanciados por la UE-, se remodelará el circuito salinero, al norte del humedal, con la adecuación de 1.800 metros de nuevas motas -imprescindibles para la nidificación de las aves acuáticas- y se instalarán tres kilómetros de empalizadas para retener la arena en la playa que separa el Mediterráneo de las balsas salineras, entre otras intervenciones.

La empresa Salinera Española coordina un programa de restauración ambiental con el que se incrementará el espacio de nidificación de la gaviota de Audouin -que solo vive en la cuenca mediterránea- y de otras siete especies consideradas de especial importancia por la Unión Europea: la avoceta común, la cigüeñuela común, el chorlitejo patinegro, el charrán común, el charrancito común, el charrán patinegro y la pagaza piconegra. También se mejorará el hábitat del fartet, un pez minúsculo endémico del Mediterráneo español que se encuentra en peligro de extinción.

Dirección General de Medio Natural, Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar, Universidad de Murcia,

La Dirección General de Medio Natural, el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar, la Universidad de Murcia, la consultora medioambiental portuguesa Mae d’agua y la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) son los socios de Salinera Española en esta ambiciosa iniciativa que desarrollará en la playa de La Llana una de sus actuaciones más llamativas: la instalación de un red de empalizadas que sumarán tres kilómetros de longitud, a lo largo de los primeros 470 metros de playa, para retener la arena y evitar la erosión en el cordón de dunas.

Estos captadores de arena, fabricados con brezo, se colocarán en perpendicular a la dirección del viento dominante sobre una superficie de unas dos hectáreas. Estos trabajos, que se ejecutarán entre noviembre de este año y finales de diciembre de 2020, protegerán este ecosistema de la pérdida de biodiversidad provocada por la visita de miles de turistas cada año y también evitarán que el agua del Mediterráneo invada los estanques salineros próximos en días de temporal.

La directora general de Medio Natural, Consuelo Rosauro, presentó ayer en Murcia este proyecto -que coordina Gustavo Ballesteros- durante una jornada informativa que contó con la presencia de los investigadores Dylana Kostovska, de la Fundación Búlgara de Biodiversidad, y del profesor de Geomorfología Costera de la Universidad del Ulster Derek Jackson. La primera expuso las medidas de conservación adoptadas en los últimos años en el lago costero salado de Atanasovo (Bulgaria), un espacio clave en la migración de aves; mientras que el segundo analizó algunas de las medidas que se están aplicando para combatir la erosión de los sistemas dunares en Irlanda del Norte.

Las zonas más sensibles del Parque Regional de Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar están cerradas a los visitantes: 500 hectáreas, de las 873 de este espacio protegido, las ocupan las motas y balsas salineras en las que crían numerosas especies de aves acuáticas y donde se desarrolla una actividad industrial que se ha demostrado compatible con especies tan amenazadas como la gaviota de Audouin.