Vecinos de la ribera sur reprochan la «inacción» de las administraciones y exigen mejoras en los servicios. Residentes y veraneantes piden explicaciones en una asamblea que duró cinco horas y donde estuvo el Gobierno regional y no el central.

El sentimiento de debilidad de aquellos que han vivido desde pequeños y han visto crecer a sus hijos junto al Mar Menor y la rabia contenida de comprobar «cómo se muere poco a poco» la laguna, porque «nadie hace nada», fueron escenificados ayer por los vecinos de Punta Brava, Los Urrutias y la Urbanización Estrella de Mar, en el Ayuntamiento y el local social de la segunda de esas localidades. Con el corazón en una mano y un manojo de reproches y reivindicaciones en la otra, los residentes de lo que un día fue una zona idílica de veraneo sin parangón en la Región, pidieron explicaciones a los representantes del Gobierno local por el «deterioro irreversible» de lo que para muchos es una forma de vida.

La intensa jornada de análisis de la situación de los pueblos ribereños de la zona sur comenzó a las nueve de la mañana con un Pleno extraordinario del Ayuntamiento en Cartagena. En él, la alcaldesa, Ana Belén Castejón, comenzó a esbozar su defensa ante la retahíla de críticas que recibió durante todo el día.

Ya en su primera intervención, dio a conocer su plan de choque para cambiar la imagen de los pueblos y playas de esa zona, a través de un programa de inversiones que desarrollará a lo largo de los dos próximos años. Eso aplacó en cierta medida el enfado de los vecinos, que después intervinieron en el Pleno. Tras exigirle medidas urgentes, le dieron las gracias por un programa que esperan que sea «el punto de inflexión que necesita la zona», dijo un representante de la Asociación de Los Urrutias, José María Giménez.

El vertido cero, la limpieza de los lodos y fangos y un calendario de inversiones, para dejar de ser «los olvidados», fueron las tres peticiones que más se escucharon a lo largo de la jornada. Entre otras muchas cosas, recriminaron la falta de compromiso de la Comunidad Autónoma y del Estado con la laguna y lanzaron un SOS por el Mar Menor.

Inversiones en El Carmolí

El presidente vecinal de El Carmolí, Agustín Donaire, criticó que desde que hace diez años el Ayuntamiento asumió el mantenimiento de la urbanización, «no ha habido ni un solo euro de inversión en ella», porque para este Ayuntamiento «somos invisibles», recalcó. Después de dar a conocer una veintena de desperfectos en el residencial, dijo que «solo con la voluntad de querer hacerlo» y «con dejar al margen los intereses políticos», la zona costera podría cambiar. En su opinión, «el Mar Menor se muere y nadie hace nada».

Tras Donaire llegó el turno del representante de Punta Brava, Francisco Oñate, senador y diputado regional socialista durante años. Para él, «el tiempo es un factor estratégico», por lo que exigió comenzar a trabajar antes de que acabe agosto. Porque «la prioridad» debe ser, añadió, «salvar el Mar Menor». Bendijo el plan de choque de Castejón y puntualizó que 2019 debe ser el «punto de inflexión» para una zona con «falta de atención».

También intervinieron los presidentes de la Asociación de Ciclismo Acuático, Ana Pineda, y de la Asociación de Chiringuitos Achica, Rafael Martínez. La primera recriminó la supresión, hace dos años, del Instituto Municipal de Servicios del Litoral (Imsel), «sin tener un plan B», algo que provocó, a su juicio, un «empeoramiento de la costa».

Pérdidas de los chiringuitos

El segundo animó a los concejales a «ser pioneros en hacer una política» donde «los sentimientos de un pueblo estén por encima de las siglas políticas». Y concluyó asegurando que las pérdidas que acumula el sector al que representa, por el mal estado del Mar Menor, ya alcanzan el 20%.

Después de dos horas y media, el Gobierno local y gran parte de la corporación municipal se trasladó a Los Urrutias, donde mantuvieron una asamblea con los vecinos. A las más de 120 personas que abarrotaban el salón social se le unió otro medio centenar que siguió la reunión en la calle, a través de un televisor.

Castejón y la vicealcaldesa, Noelia Arroyo, fueron recibidas con gritos de «fuera», mezclados con silbidos y algún aplauso. En su recorrido hasta la mesa presidencial, se fueron parando con vecinos para dar explicaciones de su presencia allí y de lo que iban a contar. El comienzo fue un tanto atropellado, por las reiteradas interrupciones que sufrió la primera edil, cuando explicaba su plan extraordinario de intervención en la zona. «Llegáis tarde», «queremos hechos, no palabras» y «queremos playas limpias» fueron algunas de las frases que se escucharon.

Mientras la alcaldesa hacía su exposición, y solo diez minutos tras el comienzo de la Asamblea, el concejal de MC y exalcalde José López abandonó su silla de la primera fila y se fue por el pasillo central diciendo «para escuchar mentiras, me voy». Fuera habló con más vecinos y reprochó la actitud de la primera edil.

En la mesa presidencial estaban Castejón, Arroyo, el segundo teniente de alcalde, de Cs, Manuel Padín, varios representantes vecinales y la directora general de Medio Natural, Consuelo Rosauro, en representación del Gobierno regional. Se echó en falta a un representante del Ejecutivo central. Castejón dijo que pese a su insistencia -la última invitación la realizó ayer por la mañana-, nadie de la Delegación del Gobierno asistió.

Sin improvisación

Uno a uno, hasta una treintena de vecinos intervinieron, desde las doce del mediodía, que comenzó la asamblea hasta las cinco de la tarde, que concluyó. Entre ellos, Juan Antonio Ortiz, de Punta Brava pidió una partida presupuestaria concreta para limpiar las playas todo el año y «no dejar nada a la improvisación». De ese mismo pueblo es José García, que propuso crear una página web, donde se publicara los pasos y el estado de cada uno de los proyecto previstos en el plan de choque municipal, «para que los vecinos estemos informados». Ángel Sánchez, de Los Urrutias, exigió invertir proporcionalmente en su pueblo «lo que los vecinos pagamos con nuestros impuestos». Varios fueron los que criticaron al secretario general del PSOE en la Región, Diego Conesa, por la reunión mantenida anteayer con los vecinos, porque «nos dijo que siguen con los estudios y el año que viene estaremos igual que ahora», dijo Antonio García.

Elena López, bióloga de profesión y vecina de Los Urrutias, explicó por qué el Mar Menor está en el estado en que está. Fulgencio Sánchez, de la Federación de Asociaciones de Vecinos, criticó que «el gobierno venga ahora cuando las reivindicaciones que hacemos no son nuevas, sino antiguas». Por su parte, Mercedes Aparicio pidió «cortar los vertidos» y Amador López, «una zona de baño digna en Estrella de Mar».

Sobre esto, Consuelo Rosauro explicó que la Comunidad Autónoma ya realizó un ensayo para la retirada de lodos hasta Los Nietos y cuenta con un informe favorable del Comité Científico. Esta prueba se hizo con la ‘araña finlandesa’ y resultó ser «el mecanismo más conveniente para retirar los fangos en esta zona». Ahora, es el Estado «quien tiene las competencias, quien debe ahora asumir su responsabilidad en este tema y ejecutar un plan de actuaciones», dijo.

Los vecinos también reivindicaron infraestructuras, como Elena Lledó. Exigió mejoras en las pistas deportivas, en el colegio de Los Urrutias y en el centro de salud, pero, sobre todo, más limpieza, mejorar parques y jardines y arreglar el asfalto de calles, aceras, farolas y mobiliario urbano.

Fuente: laverdad.es