Se trata del comandante Daniel Melero, de 50 años y nacido en Cádiz, y la alférez Rosa Almirón, de 20 años y natural de Córdoba fallecen en un accidente aéreo en aguas del Mar Menor.
El Ministerio de Defensa explica que el siniestro se produjo por un fallo en el único motor de la aeronave, que se paró al poco de despegar desde la base.
Un avión de la Academia General del Aire (AGA) con dos tripulantes se estrelló ayer en el Mar Menor, frente al club náutico de Santiago de la Ribera (San Javier), en la playa Barnuevo. A consecuencia del impacto fallecieron ambos ocupantes, un instructor de vuelo y una alumna. Se trata del comandante del Ejército del Aire Daniel Melero Ordóñez (50 años, nacido en Cádiz) y la alférez Rosa Almirón Otero (20 años, natural de Lucena, Córdoba).
Por un fallo del motor durante el despegue, la avioneta elemental ‘Enaer T-35C Pillán’ o Tamiz de la Academia General del Aire (AGA) cayó al mar tras despegar de la base, según informaron fuentes del Ejército del Aire.
El accidente se produjo al filo del mediodía de ayer, y los efectivos que trabajaron en las labores de rescate coordinadas por el Ministerio de Defensa, buzos de la Guardia Civil y personal de la AGA, lograron recuperar los cuerpos de los fallecidos unas tres horas después. Los cuerpos fueron trasladados a la base de la Academia.
El avión se estrelló a unos 200 metros de la línea de la costa, en medio del club náutico, cuando acababa de despegar de la base. Al comandante le dio tiempo a avisar de que se había parado el único motor de la aeronave e intentó hacer un amerizaje de emergencia.
El accidente ocurrió en la tercera maniobra que hacían de despegue, después de ordenar parada de motor. Un ejercicio habitual durante la instrucción.
El aparato accidentado es una avioneta Pillán, una aeronave de enseñanza de vuelo elemental con la que comienzan a volar los alumnos de tercero. La aeronave tiene un solo motor y no dispone de sistema de eyección de asientos, por lo que a tan poca altura (acababan de despegar) sus dos ocupantes no tenían posibilidad de saltar.
La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, explicó ayer que la avioneta había realizado este miércoles otro vuelo y fue revisada antes del accidente. El martes también realizó otro vuelo sin registrarse incidencias.
El Centro de Coordinación de Emergencias 1-1-2 recibió una docena de llamadas a las doce del mediodía alertando del accidente. El artefacto cayó entre varias embarcaciones, pero no chocó contra ninguna de ellas.
Robles habló con el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, general Javier Salto, y con otros mandos para recabar información sobre la causa del siniestro, que el Ejército del Aire está investigando más a fondo para conocer todos los detalles.
Posteriormente, la titular de Defensa telefoneó al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y también a Felipe VI, quien la había llamado para trasladarle sus condolencias por el suceso. La ministra también se puso en contacto con las familias del instructor y de la alumna alférez para transmitirles su pésame.
«La moral está alta, pero con mucho dolor y sufrimiento», comentó Margarita Robles, que recordó el fallecimiento reciente del comandante Francisco Marín en La Manga y los daños causados por las inundaciones de la semana pasada.
Experimentado piloto
El comandante Melero era un experimentado piloto con más de 20 años de servicio. Fuentes del Ejército del Aire confirmaron que acumulaba casi 5.000 horas de vuelo en su carrera militar, que ha desarrollado principalmente en la Academia del Ejército del Aire (AGA) en la base de San Javier.
Era comandante instructor desde 2014 pero había estado destinado en la Academia en diferentes etapas de su trayectoria, a la que volvía tras otros destinos.
Daniel Melero procede de una familia de militares, ingresó en el Ejército del Aire en el año 1991 y era comandante desde 2012. Contaba con la Cruz de la Orden de San Hermenegildo. Estaba casado y deja dos hijos.
La alumna fallecida, Rosa Almirón, se encontraba en la Academia de San Javier desde agosto de 2017
Fuente: laopinión.es
