El Cazaminas de la Armada Española M-34 Turia, sufre importantes desperfectos tras su varada en la escollera del Mar Menor de La Manga donde encalló tras participar en el rescate de los restos del avisón del Ejercito del Aire C-101 de la Patrulla Aguila con sede en la Base Aérea de San Javier (Murcia) y que se estrelló el pasado día 26 de agosto en dichas aguas y en el que falleció su experimentado piloto el Comandante D. Francisco Marín. Estos buques de casco de fibra de poliéster sufren más este tipo de accidentes por su configuración, dado que están preparados para que en la lucha anti minas las mismas no se fijen a su casco, que en caso de ser de acero como otros navíos lo harian inoperativo. Se da la circunstancia que el Turia, apagó sus sistemas de sonar para poder permitir a los buzos de rescate realizar su trabajo en dichas aguas y rescatar el robot submarino que había sido lanzado para inspeccionar los restos del avión siniestrado, o así se ha desprendido de las informaciones que realizaron miembros de la Armada tras su accidente y fue lo que motivó que no se detectara la cercanía a la escollera.

Por la evaluación realizada «a priori» por Navantia los daños son considerables y la Armada aun decide si será posible reparar el buque cazaminas en dichas instalaciones de Cartagena o se realizarán en otro astillero en caso de decidir que no se de baja el buque. Triste final en dicho caso para un buque que presta servicio en la Armada Española desde el año 1999.

Fuente: diariomilitar.es