La Guardia Civil de Crevillente ha detenido a dos personas, e investigado a una tercera, por la supuesta sustracción de hasta 18 móviles de última generación valorados en 9.000 euros. Los terminales ya han sido devueltos a sus propietarios.
Los agentes atribuyen a los tres una veintena de delitos contra el patrimonio y un delito de pertenencia a organización criminal, ha informado el instituto armado este miércoles.
La investigación arrancó el pasado día 14 cuando una trabajadora de un local comercial de Crevillente denunció haber sido víctima del hurto de su teléfono móvil al descuido.
El área de Investigación inició las pesquisas que, a partir de la información aportada por la denunciante, se centraron en unas personas determinadas.
De ese modo, se descubrieron numerosos hechos, de igual modus operandi, cometidos supuestamente por esas mismas personas en localidades alicantinas como Alcoi, Albatera, Santa Pola, Elche, Elda, Orihuela e Ibi; en las valencianas Mislata, Chiva, Gandía, Utiel y Valencia; en Murcia en lugares como Cartagena, San Javier y Murcia; y las castellanoleonesas Villacastín (Segovia) y Castrojeriz (Burgos).
Al parecer, los sospechosos entraban a los comercios pidiendo limosna o algún tipo de ayuda y distrayendo al trabajador del local o a cualquier persona que se encontrase en el interior del mismo, sustraían terminales móviles al descuido.
Finalmente, la Guardia Civil ha logrado identificar y localizar a estas personas, gracias a la colaboración ciudadana, avistándoles en Crevillent mientras circulaban en un vehículo de alta gama.
Teléfonos en el coche
En el registro del coche, los agentes encontraron un dispositivo que daba acceso a un compartimento oculto en el que guardaban los supuestos teléfonos móviles sustraídos.
De esta manera, fueron encontrados 18 terminales de última generación, que portaban escondidos en ese momento, valorados en más de 9.000 euros.
Por todo ello, los agentes detuvieron a los dos ocupantes del vehículo, dos ciudadanos rumanos, a quienes se les imputa la comisión de un total de 20 delitos contra el patrimonio.
El propietario del turismo, también ciudadano rumano, fue citado para declarar en dependencias de la Guardia Civil, en calidad de investigado, sobre estos hechos. Tras esto, se les imputó a los tres el delito de pertenencia a organización criminal.
Los dos detenidos y el investigado, de 24, 36 y 43 años, ya han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción nº 1 de los de Elche, quien ha decretado la libertad con cargos de todos ellos, a la espera de juicio.
Fuente: laopiniondemurcia.es