Las inundaciones y los destrozos en viviendas, calles, comercios y playas causados por la gota fría de este mes en varios pueblos del sur del Mar Menor, que desde el año 2011 han sufrido otras situaciones similares por el arrastre de residuos agrícolas y urbanos durante las lluvias torrenciales, ha sacado a la luz fallos en el diseño y la utilización del sistema de balsas antirriadas impulsado por los agricultores y la Comunidad Autónoma.

Los tres depósitos promovidos por la Comunidad de Regantes Arco Sur, uno de ellos en Mar de Cristal y dos en Los Nietos, estaban casi llenos desde al menos cuatro días antes del inicio de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos de la atmósfera), por lo que apenas retuvieron el agua que cayó en la zona.

Además, el diseño de estos depósitos permite solo la evacuación del agua hasta la red de riego de las parcelas donde están ubicados. No disponen, pese a tratarse precisamente de unos embalses de laminación o contención de avenidas, de un sistema de impulsión o canalización hasta las ramblas que desembocan en el Mar Menor.

Vecinos del litoral marmenorense contactaron con ‘La Verdad’ para denunciar lo ocurrido durante los días de lluvia y para alertar de que las balsas siguen estando llenas, por lo que tampoco serán útiles en caso de nuevas precipitaciones. Fuentes de la Comunidad de Regantes Arco Sur explicaron ayer ‘La Verdad’ que, al tener noticias de que el embalse de Mar de Cristal tenía agua a pocos días de la situación de alerta roja por lluvias, su entidad contactó con el propietario para buscar una solución.

Sin embargo, afirmaron, no hubo un entendimiento respecto a la evacuación del embalse, entre otros motivos porque carece de un equipo de bombeo con la suficiente potencia como para trasladar su contenido a un cauce público o a la red de riego de Arco Sur. La explicación recibida por esta entidad fue que el agua estaba almacenada desde mayo, como en otras balsas de la zona, a la espera de necesitarla en los cultivos.

En Arco Sur indicaron que, para evitar que esta situación se repita, los regantes estudian ya una solución técnica para conectar estas balsas de laminación a las tuberías compartidas por los comuneros, de forma que no haya que desperdiciar el agua arrojándola al mar.

Asimismo, apuntaron que Arco Sur está comprometida en aportar soluciones para prevenir riadas y, si es posible, dar un aprovechamiento a los recursos hídricos.

En cualquier caso, recordaron que los proyectos de construcción de las balsas fueron autorizados por la Comunidad Autónoma, a través de la Consejería de Agricultura y Agua. Respecto a los dos embalses de contención que aún quedan por construir en Los Nietos, fuentes de este departamento, que ahora incluye también Medio Ambiente, indicaron que el expediente está todavía en la fase de evaluación ambiental.

En el departamento que dirige ahora Antonio Luengo, exdirector general del Mar Menor, confirmaron que el depósito de Mar de Cristal es una «balsa de laminación», pero afirmaron que no corresponde a la Dirección General del Agua ejercer «supervisión alguna» sobre ella. El motivo es que «no se trata de una balsa susceptible de ser clasificada e inscrita en el registro de balsas según la normativa vigente, ya que solo lo requieren aquellas que tengan una altura de talud mayor de 5 metros o un volumen movilizable superior a 100.000 metros cúbicos, y esta balsa no cumple ninguno de los dos requisitos».

«La balsa se realizó por iniciativa privada, en terrenos de titularidad privada, en los que la Consejería de Agua nada tiene que ver en su construcción ni explotación. Fue construida en el año 2014 y tiene todos los permisos necesarios por parte de los organismos competentes, licencia de obras del Ayuntamiento, autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura, informe de la Consejería para cambio de uso de suelo, etcétera. Su utilización, explotación y mantenimiento corresponde a los propietarios de la misma, por lo que este organismo no tiene competencia alguna sobre dicha balsa», concluyeron en la Consejería.

Las balsas fueron proyectadas como una de las medidas para acabar con los problemas denunciados por residentes de la zona y por la Federación de Asociaciones de Vecinos, Consumidores y Usuarios de Cartagena y Comarca (Favcac).

Investigación judicial

Las fuentes consultadas indicaron que harán llegar la documentación sobre lo sucedido este mes al Juzgado de Instrucción 2 de Cartagena, que por petición de dos particulares, de la Federación de Asociaciones de Vecinos y de Fiscalía tiene imputados a diecisiete empresas y propietarios de terrenos por las inundaciones en la zona desde 2011 a 2015, por la pregunta roturación ilegal y la alteración de terrenos agrícolas. También está encausado un exalto cargo de la Dirección General de Carreteras. Hay indicios de delitos contra la ordenación del territorio, contra el medio ambiente, de usurpación de aguas y contra el patrimonio histórico.

Fuente: laverdad.es