«Al destripar el pescado encontramos restos de residuos», cuenta un submarinista del club ADC
Si al mar se le pudiera levantar la piel, como al famoso cuadro de Dalí, no encontraríamos al perro soñador de sus escenas surrealistas, sino toneladas de plásticos y desechos de la actividad humana. Un equipo del club de pesca submarina ADC lo ha comprobado hace escasos días, cuando emprendieron en La Manga una campaña de limpieza de fondos. Ante la enorme magnitud de la costa murciana, los 25 buceadores delimitaron su intervención a una franja de dos kilómetros en la costa mediterránea de La Manga, a la espalda del pabellón deportivo municipal. La faena no tenía fin. En solo tres horas, llenaron un contenedor de gran capacidad con restos de plástico, botellas, bolsas de supermercado y, sobre todo, utensilios viejos de pesca, desde trozos de redes y boyas a palangres y nasas rotas.
«Había muchos restos de artes de pesca, que se les lían, las cortan y directamente las tiran al fondo», explica David García Bertomeu, del club ADC, organizador de la batida limpiadora. Le sorprendió especialmente encontrar una red de unos quince metros de largo, con todos sus plomos; un material altamente contaminante.
«Todo ese material que estaba en el fondo va matando especies, que se enredan o se comen parte de los desechos», puntualiza el buceador, quien explica que «nosotros también somos pescadores, pero submarinos a pulmón y con fusil, de modo que es la pesca más selectiva que hay». Los buceadores de ADC pescan especies de roca como el sargo y la corva, y otras de paso como la lubina y la dorada. «Cuando las abrimos para limpiarlas encontramos restos de plásticos, sobre todo en las que se capturan cerca de la costa, porque es donde más residuos hay», puntualiza el submarinista. El resultado de la limpieza marina les ha impactado tanto que «pensamos repetir». «Los buceadores somos los ojos del mar», afirma. Y en el mar ven «mucho plástico en suspensión, que forma parte de la cadena alimenticia del pescado, y después de todos nosotros». Tras la experiencia de grupo, cree que «al mirar las playas ves un paisaje bonito pero por debajo se encuentra el vertedero».
Como único remedio a la salud de los mares, señala «la conciencia de los ciudadanos». «Nosotros podemos limpiar, pero nuestra capacidad será limitada, algo mínimo sobre lo que podríamos conseguir si la gente se concienciara de no tirar basura al mar», asegura el portavoz del club. Proyectan poner en marcha una campaña entre los submarinistas que inste a sacar del mar «por cada pez un residuo», de manera que por cada regalo que les proporcione el mar, el buceador le haga el favor de liberarlo de parte de la basura que lo asfixia. «Los mares tienen muchas amenazas, desde la pesca furtiva y la sobre explotación a la contaminación», es lo que advierte a los ciudadanos que se acerquen a la costa.
Fuente:La Verdad