Noches en vela. Sofocantes. En las que las sábanas se quedan pegadas a la piel mojada por el sudor. Luego, las mañanas tórridas, desde primera hora, con un calor que azota con fuerza y asfixia. Al caer la tarde, en los parques y las terrazas, ni un alma. Imposible pisar la calle con tal bochorno. La semana pasada, el interior de Región fue una sartén en la que resultó difícil vivir apartado del aparato de aire acondicionado.

Murcia y los municipios de la Vega del Segura, al igual que los del Valle del Guadalentín, sufrieron el peor episodio de calor extremo prolongado en un periodo de cinco días desde 1984. El pasado viernes, 9 de agosto, fue el día con una temperatura máxima más alta en el conjunto de la Región en lo que va de año, con un valor medio de 39,9ºC. Al día siguiente, el 10 de agosto, se dio la segunda temperatura mínima más alta, con 22,8ºC, solo superados por los casi 27ºC del 7 de julio. Ese día marcó la temperatura nocturna más alta del verano, con 31ºC, y la mínima más alta desde 1942, tanto en el observatorio de Alcantarilla, con 26,9ºC, como en el de Guadalupe, con 26,8ºC. «Fueron temperaturas mínimas brutales», explica Juan Esteban Palenzuela, delegado territorial de la Aemet.

Por su parte, los diez primeros días de agosto fueron «extremadamente cálidos» en el interior, con una temperatura media de 30,6ºC, la cuarta más calurosa desde 1984, por detrás de los primeros diez días de agosto de 2017, 2018 y 2015, según datos del observatorio meteorológico de Murcia. La costa no se libró del latigazo abrasador, y en la zona del Mar Menor y Campo de Cartagena, los primeros diez días fueron muy cálidos, con una temperatura media de 27,1ºC, la novena más calurosa de los primeros diez días de agosto desde que se puso en funcionamiento el observatorio de San Javier en 1946.

Una marca de récord

Si a esa serie de diez días se abre una ventana para analizar la temperatura de las últimas cinco jornadas de la semana, se obtiene un episodio de calor extremo, con una temperatura media de 32,3ºC. Lo más destacado de ese estudio es que se trata del periodo de mayor calor persistente registrado por el observatorio de Murcia desde que inició sus mediciones en 1984. «A falta de validar los datos, es muy probable que hayamos pasado los cinco días consecutivos más cálidos desde hace 35 años, cuando se puso en funcionamiento el centro meteorológico de Guadalupe. La persistencia de las temperaturas altas es muy significativa y marca una efeméride», apunta Palenzuela. En las mediciones de las estaciones automáticas en esos cinco días que van del miércoles al domingo, varios municipios de la Vega del Segura, Bajo Guadalentín y Murcia aparecieron entre los diez en los que se registró la temperatura máxima más alta del país en algún momento de la jornada.

El miércoles 7 de agosto, siete de las diez localidades nacionales con el pico de temperaturas más alta eran de la Región. Esa lista la encabezó Archena, con 40,8ºC, y tras ella, en Murcia, Cieza, Molina de Segura, Calasparra, Totana y Abanilla el termómetro llegó a marcar los 40ºC. El jueves, Molina de Segura fue la cuarta ciudad con más calor y marcó 40,7ºC a las 16.10 horas. Dos escalones por debajo apareció Archena, con 39.9ºC, y Cieza, Murcia y Alhama cerraron la lista con un grado menos que el municipio molinense.

Esos registros fueron solo un aperitivo para lo que ocurrió el viernes. Esa jornada batió el récord por altas temperaturas en la Región. Molina de Segura se ‘coció’ a 43,8ºC y fue la localidad que registró el pico más alto de calor. Archena se quedó muy cerca, y anotó una máxima de 43. Justo por debajo se situaron Alhama (42,9ºC), Murcia (42,6ºC) y Cieza (42,5ºC), en la lista de las diez poblaciones más calurosas. Tras ese día, Alhama rozó los 41º C, siendo la segunda temperatura más alta, y Archena marcó la cuarta, con 40ºC. El último día de la semana, el mercurio dio un respiro y solo Alhama, en sexto lugar, con 38,1ºC, y Calasparra, con 37ºC, marcaron los mayores registros.

Fuente: laverdad.es