Ni se le pasó por la cabeza poner la más mínima resistencia a los asaltantes, que iban armados con un hacha y una sierra mecánica. «Venían a por la caja», explicaba Manuel, camarero del restaurante que fue asaltado durante la madrugada de la pasada Nochebuena en la carretera nacional N-332 de Los Alcázares. «Todo ocurrió cuando me acerqué al aseo y escuché gritar a un cliente: ‘¡Se llevan la caja!’», relató a ‘La Verdad’.

«Tenían estudiado el robo». Los tres asaltantes aparcaron un Opel Astra frente al restaurante, y dos de ellos entraron en cuanto vieron que Manuel se dirigía al cuarto de baño. «El que llevaba el hacha fue a la barra; iba con unas gafas de sol y tapado con la capucha de una sudadera». A unos metros de distancia aguardaba un compinche, que llevaba puesto un casco de moto para ocultar su rostro. «Iba con una sierra para podar palmeras y se quedó en el pasillo para controlar la llegada de clientes». El tercero de los ladrones esperó en el exterior, sentado en el coche para asegurar la huida.

«El del hacha cogió la caja registradora y cortó el cable de un golpe», detalló el camarero de este restaurante, que abre sus puertas a las 5.30 horas para empezar a servir desayunos, y que en la madrugada del robo comenzó su turno de trabajo con cinco clientes. «Ninguno hizo nada porque el que llevaba el hacha se echó la mano a la cintura y la clientela pensó que llevaba una pistola». Los dos asaltantes corrieron con el botín hacia el Opel y emprendieron la huida. «Después pasó por delante del restaurante una escúter a toda velocidad y el piloto llevaba la caja registradora entre las piernas», aseguró Manuel.

Al parecer, tenían aparcada la moto a unos metros, de forma que uno de los asaltantes huyó con el dinero en la escúter, en dirección al camping de Los Alcázares, y los otros escaparon con el coche en dirección a la base militar. Manuel llamó a la Policía Local y una patrulla se personó de inmediato en el restaurante. El camarero y los clientes facilitaron a los agentes el número de matrícula del Opel Astra y se desplegó un dispositivo de búsqueda para localizar el turismo y la moto.

Matrícula de Cantabria

Las batidas policiales por el barrio de la Fuensanta, Bahía Bella y la carretera de Los Urrutias no dieron sus frutos, pero la Policía Local logró obtener información del coche introduciendo el número de la matrícula en la base de datos de la Dirección General de Tráfico. Fuentes de la investigación confirman que la matrícula no pertenecía a un Opel Astra, sino a un Opel Zafira del municipio cántabro de Camargo. De ahí que se sospeche que en el asalto emplearon un coche robado.

Las cámaras de seguridad de una gasolinera próxima captaron la llegada del turismo sospechoso antes de la apertura del restaurante. De momento se desconoce la nacionalidad de los ladrones porque no pronunciaron palabra durante el robo, pero se espera que las cámaras del negocio hostelero puedan aportar a la Guardia Civil algún dato sobre los sospechosos. Entretanto, el local hoy abrirá con normalidad. «Solo se llevaron 300 euros en metálico, ha sido más el susto y el destrozo que otra cosa».

Fuente: laverdad.es