Por el subsuelo de San Pedro del Pinatar avanza una de las obras más invisibles pero necesarias tanto para la gestión de recursos como para el Mar Menor. Una inversión de 5.000.644,68 euros permitirá sustituir toda la red de tuberías de agua potable del municipio costero.

El Ayuntamiento ha destinado a la obra el canon de varios años, que paga la empresa concesionaria Aqualia por la explotación del servicio. El proyecto ha renovado ya el 56% del entramado de conducciones antiguas –de fibrocemento– por otras nuevas de PVC, lo que equivale a unos 21.950 metros lineales sustituidos con un coste hasta el momento de 2.610.000 euros.

Con un canon económico anual de 400.000 euros, la obra consumirá el importe total de varias anualidades hasta completar los 5 millones de euros.

«Ya en 2013 se observó un volumen de pérdidas de agua tan elevado que tuvimos que pagar más de 700.000 euros», explica la concejal de Servicios Públicos, Ángela Gaona. El daño no solo era económico. El deterioro de una red excesivamente porosa la convertía en un colador para un recurso escaso y caro, pero que además provocaba unas filtraciones de agua dulce al subsuelo que engrosaban los aportes difusos al Mar Menor restándole grados a uno de sus escudos protectores: la salinidad.

Según la edil, «el agua es un recurso preciado y esas pérdidas suponían un coste añadido a pesar de que empeoraban el servicio con una disminución de la presión». En algunos puntos de la red, las fugas alcanzaban el 35% del caudal.

Mejora desde 2013
Desde 2013 se iniciaron las obras de renovación de la red, de modo que «ese mismo año ya se observó una mejora en el rendimiento de la red del 65% en estanqueidad y presión», señala Gaona. «En 2019, con un mayor avance de las obras ejecutadas, se ha observado un rendimiento de hasta el 76%», afirma la edil.

Con la modernización del centro urbano, realizado hace dos años, ya se reemplazó esa parte de la red. También la del entorno de Villalegría. Queda pendiente la zona alta del municipio, que abarca el área que se extiende entre el Consistorio y la autovía.

En los próximos meses se realizará también la renovación de tuberías hacia el área de Los Sáez y en la parte de Lo Pagán que quedó pendiente tras las obras de hace más de un año.

Reubicar el mercado
El proyecto tiene un plazo de ejecución de 24 meses y finalizará en mayo de 2021, a pesar de las dificultades presentadas durante los meses del estado de alarma. Para levantar el suelo de la zona noroeste del municipio, el Ayuntamiento ha tenido que reubicar el mercadillo semanal en el recinto ferial hasta que se tapen las zanjas de soterramiento de tuberías.

«Tenía que instalarse en un lugar céntrico porque va mucha gente mayor», explica la edil. Con 310 puestos y 2.700 metros lineales, el mercadillo de los lunes en San Pedro del Pinatar es uno de los más concurridos.

Las zanjas se irán abriendo de forma paralela a las viviendas, pero también en algunos puntos en dirección perpendicular para restablecer las conexiones particulares. Las molestias de la obra se verán compensadas con «un aumento en la presión, que se tuvo que reducir debido al deterioro de algunos tramos, ya que había incluso posibilidad de rotura», explica la concejal.

Las zonas más deterioradas eran las de la plaza de la Inmaculada y su entorno, las calles Maravillas, Serrano y Cervantes, y las de Lo Pagán, que coinciden en general con los ramales más antiguos.

Fuente: laverdad.es