Tras tres días de regatas, se clausuró la VI edición de la Clásica del Mar Menor V Centenario, un museo en el puerto y un espectáculo de velas de colores en el mar, incluida en los actos conmemorativos del quinto centenario de la primera vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, un viaje épico que duró tres años y que cambió la noción del mundo conocido. A este importante encuentro acudieron, con sede en el Club Náutico de Lo Pagán, las velas latinas, las dornas gallegas, los bateles vascos, la barca de mitjana balear, la de la Albufera y la flota murciana de 21, 33 y 42 palmos. Y así hasta treinta embarcaciones con todo tipo de aparejos y cascos, cada una con las características propias de su Región de procedencia. Participaron algo más de 200 tripulantes ataviados alguno de ellos a la antigua usanza.

En el campo norte las cosas no fueron tan fáciles. Hubo vientos racheados y olas de un metro que hacían que las tripulaciones se tuvieran que esforzar, con un recorrido que tenía la salida frente al Puerto de San Pedro del Pinar y dejaba por estribor la isla Grosa para volver al punto de salida. Ketches, goletas, yawls…, hasta un total de once embarcaciones participaron en esta edición, con veleros clásicos y de época, joyas barnizadas, esbeltas y elegantes.

En el ‘village’ de Lo Pagán y, como atractivo para los muchos visitantes que se acercaron, hubo puestos de las concejalías de Turismo y de Medio Ambiente de San Pedro, del museo de La Cofradía de Pescadores y del Instituto Oceanográfico.

La competición fue, como siempre, apasionada y competida. En el campo sur tuvieron que dar tres vueltas a un triángulo, con un total de 5 millas, siendo el vencedor en 21 palmos el ‘Olimpo’, del Club Náutico de Santa Lucía; en 33 palmos, ‘La Conchita’, del Club Náutico de Santiago de la Ribera; y el ‘Illeta’, de la Armada, en 42 palmos.

Los vencedores del campo norte fueron la tripulación del ‘Delfino’, barco de 1939 con sede en Marina de Las Salinas, seguido del ‘Caroline’, de Cabo de Palos, del y ‘Kasuje’, del Villa de San Pedro. Unas jornadas cargadas de un añejo sabor marinero.

Fuente: laverdad.es