Efectivos de Prevención de Seguridad Ciudadana de la Benemérita dieron los primeros pasos de la investigación en el lugar de comisión de los hechos, donde practicaron exhaustivas inspecciones técnico-oculares y otras pesquisas con el objetivo de obtener todos los indicios sobre la forma de cometer los delitos y sus autores. Averiguaron que existían ciertas coincidencias en el ‘modus operandi’ empleado, así como en los horarios en los que se perpetraban los robos, generalmente de madrugada, lo que hizo suponer que existía una vigilancia previa de los inmuebles para actuar cuando no existían moradores en su interior.
El principal objetivo de los robos era acceder a viviendas con escasas medidas de seguridad para apoderarse de cualquier objeto de valor, como efectivo, joyas y pequeños electrodomésticos de fácil salida en el mercado negro. Una vez determinada la viabilidad del asalto, empleaban herramientas para forzar puertas o ventanas por donde accedían con agilidad.
Simultáneamente, los agentes inspeccionaron distintos establecimientos de venta de objetos de segunda mano y centros de gestión de residuos, donde localizaron un martillo perforador, de gran valor económico, un ciclomotor y otros enseres domésticos que fueron recuperados y devueltos a sus legítimos propietarios.
La minuciosa obtención de indicios de cada uno de los escenarios delictivos permitió a la Benemérita poner el foco en conocidos delincuentes, asentados en los municipios de San Javier y Los Alcázares, uno de los cuales había sido sorprendido por un vecino, oculto en una terraza con una caja de herramientas, mientras intentaba forzar la puerta del balcón.
Divididos en dos grupos asentados en San Javier y Los Alcázares
Esta información, unida al resto de pruebas, permitió a los investigadores ir identificando a cada uno de los miembros del grupo criminal, ramificado en dos secciones, unos asentados en San Javier y otros en Los Alcázares, supuestamente relacionados con la autoría de los delitos investigados.
De forma escalonada, la Guardia Civil detuvo a 13 personas, todas ellas con un abultado historial delictivo, que formarían parte de una red de delincuencia común cuyo objetivo principal era la comisión de delitos contra el patrimonio. Se trata de 13 varones, con edades comprendidas entre los 18 y los 51 años, de nacionalidades española, rumana y marroquí, a los que se les atribuye la presunta autoría de 18 delitos de robo con fuerza, sustracción de vehículo, daños y receptación. Los detenidos, los objetos recuperados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del juzgado de instrucción de San Javier.
Fuente: laverdad.es