No hay más que ver como tenemos nuestra laguna , el Mar Menor está en la UCI .
No solo podemos ser respetuosos con el entorno, la cocina es un lugar clave en esa lucha porque buena parte de la contaminación atmosférica y de la basura que generamos está relacionada con nuestra comida, así que recomendamos poner en práctica la regla de las cinco erres:
Rechazar objetos de un solo uno, como pajitas o bolsas de plástico.
Reducir nuestro consumo para generar menos basura.
Reutilizar productos que tienen más vida de lo que parece a simple vista.
Reparar lo que se estropea en vez de optar por comprar algo nuevo.
Reciclar todo lo que ha superado el filtro de las cuatro erres anteriores.
En el caso de la cocina, de todas formas, se pueden poner en práctica medidas mucho más específicas. En primer lugar, planificar las comidas para adquirir solo necesario y evitar el despilfarro. Pero también comprar en tiendas a granel y ecológicas, apostar siempre por el producto local y de temporada, y reducir la presencia de productos de origen animal (carne, lácteos, pescado o huevos) porque su huella ecológica es siempre muy superior a las alternativas vegetales.