Este espacio natural “está en el peor momento de su historia reciente, pero no diría que es la puntilla”, afirma el consejero de Agricultura, Antonio Luengo. Los científicos van a hacer un control de los sedimentos que han entrado a la laguna y que se quedan en el fondo.

El agua procedente de las escorrentías de las ramblas tras la gota fría de la semana pasada ha provocado que el Mar Menor tenga hasta un 20% más de agua y que su nivel subiera unos 53 centímetros, con picos de 70 centímetros.

Estos son los datos preliminares facilitados ayer por la mañana por el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, en un receso de la reunión que mantuvo con los expertos del grupo de Ecología Lagunar del Comité Científico del Mar Menor.

Luengo explicó que se calcula que harán faltan entre 15 y 25 días para que deje de salir agua del temporal desde la laguna salada hacia el Mar Mediterráneo a través de las golas.

«La laguna está en el peor momento de su historia reciente, peor incluso que tras la riada de 2016», apuntó el consejero, que añadió que «es un enfermo que sigue en la UCI, pero no me atrevería a decir que es la puntilla que acabará con la recuperación que estaba mostrando; puede sorprendernos como lo ha hecho hasta ahora».

Sin embargo, reconoció que la entrada de agua a través de las ramblas, que se prevé siga algún día más, podría tener «un efecto significativo negativo» por la bajada de la salinidad, «que puede tener unos efectos impredecibles en la flora y fauna del Mar Menor, provocar que la turbidez se prolongue durante el tiempo y evite que la luz del sol llegue a los fondos marinos y provocar efectos negativos sobre la vegetación»; todo ello «podría poner en peligro el equilibrio del ecosistema».

El consejero comentó que se había detectado una subida importante del fitoplancton que también tendrá unos efectos «negativos» para el Mar Menor, aunque consideró que todo «es muy preliminar».

En resumen: «Estamos ante un escenario nuevo; su estado es delicado». Por ello, no quiso aventurar cuál puede ser el futuro inmediato de la laguna salada.

Fuente: laopiniondemurcia.es