Una deflagración intencionada con consecuencias graves
La Guardia Civil ha confirmado que la explosión del bar Casa Javi, en la pedanía costera de Lo Pagán, perteneciente al municipio de San Pedro del Pinatar, fue provocada de forma deliberada. El suceso ocurrió junto al tradicional mercadillo dominical, muy concurrido por vecinos y visitantes. La deflagración dejó más de veinte personas heridas, dos de ellas en estado grave.
Las víctimas más afectadas: una hostelera y una clienta del mercadillo
Según ha informado la Consejería de Salud de la Región de Murcia, dos mujeres siguen hospitalizadas en estado grave en el Hospital Virgen de la Arrixaca.
Una de ellas, arrendataria del local reconvertido en tetería, permanece en la Unidad de Quemados con quemaduras severas en gran parte del cuerpo. La otra afectada, una clienta habitual del mercadillo, fue operada de urgencia y trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Hallazgos clave de la Guardia Civil: la goma de la bombona fue cortada
Tras la actuación de los bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios, se confirmó que la estructura del edificio no presentaba daños.
No obstante, fue el equipo ESIN de la Guardia Civil, una unidad especializada adscrita al Servicio de Criminalística, quien encontró el elemento clave: una bombona de butano con la goma de conexión cortada de forma intencionada. Este hallazgo refuerza la hipótesis de sabotaje. La bombona fue incautada para un análisis más exhaustivo en el laboratorio central del cuerpo.
¿Quién estaba dentro en el momento de la explosión?
En el momento del estallido, el establecimiento estaba cerrado al público. En el interior se encontraba únicamente la mujer que tenía alquilado el local. Según las primeras pesquisas, la inquilina tiene antecedentes penales y ya era conocida por las fuerzas de seguridad.
El propietario del establecimiento no se encontraba siquiera en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, por lo que ha sido descartado de las primeras líneas de investigación.
Conductas previas y antecedentes del local
Según testimonios de vecinos de la zona, el bar Casa Javi era foco habitual de conflictos y sanciones administrativas. La noche anterior al suceso, agentes de la Policía Local encontraron a la encargada del local en la playa de Lo Pagán, desorientada y, aparentemente, bajo los efectos de sustancias estupefacientes.
Aunque no estaba cometiendo ningún delito en ese momento, fue identificada por los agentes. Este comportamiento errático, unido al historial del establecimiento, añade más peso a la hipótesis criminal.