Filosofía verde para proteger y curar el Mar Menor

Investigadores de la nueva disciplina ambiental de esta facultad de la Universidad de Murcia organizan un curso gratuito de siete sábados para dotar a los ciudadanos de herramientas que permitan resolver conflictos ecosociales como los de la albufera murciana

Mar Menor

La recuperación del Mar Menor es cosa de todos. Si la comunidad científica tiene claro quiénes han contribuido a los serios problemas medioambientales que acosan a este espacio único, el sentido común también dice que la solución requiere de muchas más manos que las que lo han provocado. Un grupo de investigadores de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Murcia ha puesto las suyas a trabajar para encontrar una vía de recuperación del valor natural de la laguna con la participación más amplia posible. Y lo que les ha salido es un curso con el que «enseñar herramientas a los ciudadanos de a pie para solucionar conflictos ecológicos como el caso del Mar Menor».

Mar Menor Murcia

«Intentamos ofrecer información, tanto teórica como práctica, que permita a la ciudadanía participar en procesos de resolución de conflictos ecosociales», explica el director de la iniciativa, Juan Manuel Zaragoza. El experto está convencido de que la única forma de «encontrar una solución duradera» a esos problemas medioambientales y de índole social en torno a la laguna salada es contar «con la participación activa de la ciudadanía; con todos los sectores implicados: desde residentes hasta agricultores».

Tanto él, como los especialistas que le acompañan en la creación del curso, son investigadores en Filosofía Ambiental, «una disciplina que va tomando auge» para encontrar salidas a este tipo de disputas sobre conservación natural. En último término, como apuntan desde la organización del seminario, se busca «que los ciudadanos ‘curen’ desastres medioambientales». Para ello, durante los siete sábados seguidos que van del 11 de febrero al 25 de marzo 2023, distintos académicos, artistas y científicos de distintas disciplinas se unen alrededor de temáticas vinculadas a las humanidades ambientales en diferentes emplazamientos relacionados con la laguna marina.

La actividad, patrocinada por la Fundación Europea para el Clima, de carácter filantrópico independiente y con sede en Países Bajos, es gratuita para los 40 alumnos que va a acoger. El objetivo también es ofrecer créditos en actividades universitarias (CRAU) a los estudiantes de la Universidad de Murcia y la Universidad Politécnica de Cartagena que participen.

En último término se trata de que los asistentes puedan aprender cómo ser parte activa de la defensa y recuperación del Mar Menor a través de expertos en ecocidio, ecología política, crisis ecológica, estética ambiental, bioética, agricultura ecológica, salud mental y naturaleza o arquitectura sostenible, además de representantes de movimientos vecinales, ONG medioambientales y partidos verdes, entre otros.

‘Herramientas de participación ciudadana en procesos de transición ecosocial. El caso del Mar Menor’, que es el nombre de este curso de siete días, tres bloques y entre 30 y 40 horas en total, nació «de la preocupación colectiva por el estado del Mar Menor y la implicación de muchos de nosotros en la ILP», explica Zaragoza en referencia a la Iniciativa Legislativa Popular que ha conseguido dotar de personalidad jurídica a este espacio natural para blindar mejor su protección. Detrás se encuentra el que han bautizado como proyecto Ehcolab, del Departamento de Filosofía de la UMU, «que busca generar sinergias dentro de las artes y humanidades para pensar, desde ahí, nuestra relación con la naturaleza». Cada sábado, la sesión se impartirá desde un punto distinto, pero siempre relacionado con el Mar Menor, como San Javier, Los Alcázares, El Llano del Beal, Cartagena, etc. «Desde el curso organizaremos un sistema de transporte colaborativo para poder compartir entre todos los medios de transporte, de forma que nadie se quede en tierra por no tener coche», al paso de que se ahorra gasolina y se reducen emisiones de CO2.

La convocatoria apela a «todos los sectores implicados», con mención expresa a estudiantes, residentes y agricultores, aunque al ser preguntado por el perfil del alumno al que va dirigida, el director asegura que no hay «ninguno predeterminado: si te interesa el Mar Menor y la participación ciudadana, tienes el perfil».

Si la ILP ha inspirado en buena parte esta actuación de participación ciudadana, la idea de su estructura «tiene más que ver con el trabajo de filósofos como Bruno Latour o experiencias pedagógicas como las desarrolladas en el Instituto de Estudios Políticos de Paris», entre otras experiencias similares de formación transdisciplinar, por ejemplo.

No existe la intención de celebrar más ediciones de este curso centrado en el Mar Menor como caso de estudio, «no solo por ser el principal conflicto ecosocial que atravesamos, sino por ser, en sí mismo, un ejemplo paradigmático del impacto del ser humano en la naturaleza». El antropoceno, en referencia a esta época geológica marcada por la huella humana en los ecosistemas, «va a estar atravesado por conflictos ecosociales, y creemos que el Mar Menor reúne muchas de las características que estos conflictos van a tener, lo que hace especialmente interesante su estudio como caso».

De todo ello se va a hablar en los siete sábados de la convocatoria, a la que es posible inscribirse a través del portal de internet ‘escuelalmargen.com’, y sobre el que sus organizadores estarían encantados de «que otros pudieran tomar nuestra plantilla del curso y replicarla. Este es, de hecho, uno de nuestros objetivos». Zaragoza precisa que el planteamiento que tienen de la actividad es el de «prototipo, al estilo de los desarrollados en el desparecido Media Lab Prado», concebido en el Ayuntamiento de Madrid como laboratorio ciudadano de producción, investigación y difusión de proyectos sociales y culturales para explorar las formas de experimentación y aprendizaje colaborativo que han surgido de las redes digitales.

Nace la ecosofía

Filosofía ambiental, filosofía ecológica, filosofía verde, ecosofía,… son distintos nombres para definir un mismo concepto. Su denominación está en disputa y cada propuesta aporta sus propios matices, apunta el investigador postdoctoral del Departamento de Filosofía de la Universidad de Murcia Juan Miguel Zaragoza. Lo que sí es indiscutible es «el interés creciente que dentro de la filosofía se está manifestando hacia cuestiones que tienen que ver con nuestra relación con la naturaleza». Este afán se explica, «claro está, con la crisis ecológica global que atravesamos y con el hecho de que esta crisis, que pone en peligro la habitabilidad de nuestro planeta, tiene su origen en la acción humana».

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Fuente: laverdad.es

Enlaces a organizaciones solidarias que necesitan nuestra ayuda para proteger al Mar Menor la laguna salada de Murcia: