La Comunidad de Murcia expropia El Carmolí para crear una ‘barrera natural’ frente al Mar Menor

Fernando López Miras anuncia una inversión de un millón de euros para hacerse con 310 hectáreas de terreno de este espacio protegido para renaturalizarlo y que sirva de freno a las escorrentías de la cuenca.

El espacio protegido de El Carmolí será una ‘barrera natural’ para proteger el Mar Menor. El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, anunció ayer que su Ejecutivo expropiará 310 hectáreas de terreno para lograr la «renaturalización» de la zona. El Gobierno regional prevé invertir un millón de euros en este proyecto para potenciar la «mayor ventana natural y paisajística al Mar Menor», según señaló Miras, que se reunió con la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, para concretar los detalles de estas expropiaciones.

El proyecto buscará frenar las escorrentías provocadas por los efectos de las grandes precipitaciones que puedan caer en la cuenca vertiente del Mar Menor y da inicio a la estrategia de crear un cinturón verde en torno a la laguna, un iniciativa que quieren impulsar tanto el Gobierno regional como el Ministerio para la Transición Ecológica. Miras quiere evitar así las presiones de cualquier actividad humana en este espacio protegido, ya que los terrenos eran empleados por el Ministerio de Defensa hace décadas y ahora se encuentran en pleno proceso de devolución a sus actuales propietarios, que buscaron incluso comprador para impulsar hace años un desarrollo urbanístico en una de las pocas zonas naturales que rodean la laguna.

El Ejecutivo inicia así un proyecto de expropiación forzosa que se publicará hoy en el Boletín Oficial de la Región de Murcia para hacerse con la totalidad de la marina de El Carmolí, que se sitúa entre las poblaciones de Los Alcázares y Punta Brava, aunque pertenece al término municipal de Cartagena. «Queremos convertir el humedal de El Carmolí en un espacio natural protegido que poder conservar y visitar, para convertirlo en referencia nacional tomando como ejemplo uno de los mayores humedales de Europa, las Tablas de Daimiel», señaló Miras.

El proyecto regional contempla la ampliación del valor hidrológico-ambiental «para proteger el Mar Menor y reducir el fuerte impacto que tiene en esta zona las inundaciones y evitar daños como los causados por las sucesivas DANAS». Así, el humedal de El Carmolí actuará de «barrera natural al retener, laminar y tratar las aguas pluviales en casos de fuertes lluvias a fin de evitar mayores daños en el Mar Menor». El presidente expuso que la actuación se realizará mediante la aplicación de las conocidas como ‘Soluciones Basadas en la Naturaleza’ (SBN) para la recuperación de espacios deteriorados y degradados, «y está en línea con las directrices de la Unión Europea para la transición ecológica, el Pacto Verde Europeo y la Estrategia de Arquitectura Sostenible».

De carretera a paseo peatonal

Además de la restauración hidrológica, el proyecto de El Carmolí contempla tres ejes más de actuación: recuperación medioambiental de los hábitats; gestión de las infraestructuras existentes, como los edificios en ruinas o la pista de aterrizaje; la reconversión de la actual carretera en un gran eje vertebrador paralelo a la línea del mar, entre Punta Brava y Los Alcázares. Este eje actuará como mirador lineal y como itinerario accesible y sostenible, peatonal y ciclable, para el disfrute y puesta en valor de la riqueza ambiental y paisajística.

El Carmolí es un saladar que se encuentra protegido dentro del Espacio Natural denominado ‘Espacios abiertos e islas del Mar Menor’ y es un Paisaje Protegido y cuenta con cuatro figuras de protección: Zona de Especial Conservación (ZEC); Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM); Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y está incluido por el Convenio de Ramsar en los Humedales de Importancia Internacional.

De hangar para aviones a filtro verde

Los terrenos de El Carmolí están completamente abandonados desde los años ochenta cuando dejaron de ser utilizados como hangar de hidroaviones del Ministerio de Defensa. Actualmente están en proceso de devolución a sus propietarios originales y por ese motivo, el Ejecutivo regional inicia su expropiación forzosa para rescatarlos del tráfico jurídico y evitar que pasen a manos privadas que ocasionen mayores presiones antrópicas para ecosistemas, y poder emprender así el gran proyecto regional de recuperación ambiental de la zona. Tras el periodo de exposición pública, el Consejo de Gobierno realizará la declaración de ocupación de los terrenos por la urgente necesidad. En paralelo al proceso expropiatorio, la Administración regional ya trabaja en un Master Plan y cuyo proyecto de ejecución saldrá a licita.

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Fuente: laopiniondemurcia.es