El verano es esa estación en la que podemos ver, estudiar y observar a esa subespecie llamada runneris playerus. Esta es la mejor época , ya que es fácil verlo desplegando su trote por la orilla de la playa o por los caminos de tierra que tenemos en las costas del Mar Menor. No se crean que el nombre les hace justicia.. NOOOOOO!!!
Esta subespecie es superada en su trote galopero con creces por abuelas que van hacia el mercado con su carrito, abuelos que pasean al perro o los niños que están dando sus primeros pasos.
Este especimen es difícil de ver cuando la humedad y el tiempo no es agradable, ya que su costumbre es estar en el bar del barrio o en su defecto sentado en el sofá con su mesa camilla y unas buenas bolsas de patatícas mientras ve programas sin cesar. Aunque no deja del todo el entrenamiento , ya que echa bastantes viajes a la nevera para que los músculos no se atrofien y busca proteína del tipo pancéta con veta de chato murciano.
Pero llegando el verano siente la llamada de ese corredor que lleva dentro y busca en su armario la equipación adecuada para realizar la tarea para la que está diseñado genéticamente … CORRER!!
Saca su gorra de la Caja de Ahorros, su camiseta de Coby 92 se calza las zapatillas Tortola 2020, se pone los calcetines con dos lineas y una raqueta ( bien estiradítos hasta casi media pierna y se pone el pantalón que se compró tipo Rocky de raso, todo en colores muy “fosforitos”. Se coloca unos auriculares del puesto de marroquí de confianza que le da cierto parecido con la princesa Leia, y un aparatejo del centro comercial para medir las pulsaciones. Curiosamente esta subespecie nunca lleva cafinitrina por si sufre un parraque .
Este ser abre el ojo a la hora que se despiertan las gallinas, y pone toda su energía en su tarea …correr. Comienza su carrera a un ritmo relativamente fuerte, pero a los cinco minutos sufre los primeros síntomas de un proceso de descomposición física: sudando, hiperventilando, con congestión y resoplidos varios. Es entonces es cuando se pone la banda sonora de ‘Rocky VIII’ para tener fuerzas y llegar al punto de partida. Una vez que casi consigue llegar al portal de su vivienda a lo lejos ve un puesto de avituallamiento donde venden churros , chocolate así como café con leche . Saca fuerzas de donde no hay pero después de correr un largo trayecto de un kilómetro de ida y otro de vuelta corre como si no hubiera un mañana para comprar media docena de porras y doce churros , así como un cubito ( de los de medio litro ) de chocolate de ese espesíto con lo que poder reponer sales minerales, carbohidratos , calorías ,grasas o cualquier cosa que se pueda haber evaporado por el trayecto.
No es que este ser sea muy constante , pero sale al menos cinco veces en verano a correr y se echa fotos con toda su equipación . Solo cuando viene su cuñado o su suegra saca fuerzas y se va a correr por no tener que pasar la mañana escuchando historietas.
Disfruten de este increíble ser en esta época estival, si no lo hacen ahora será imposible volver a verlos hasta que llegue el próximo verano.