El Mar Menor volvió a tragarse ayer unas cuantas toneladas de fango. El aviso naranja activado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) por lluvias para el Campo de Cartagena se tradujo en ríos de agua dulce con barro y nitratos, que bajaban de las calles de Los Alcázares y, unas horas más tarde, de las localidades del interior. A pesar de que las precipitaciones dejaron entre 25 y 30 litros por metro cuadrado, algunas avenidas de Los Alcázares volvían a parecer cascadas.

En los últimos días, las brigadas municipales limpiaron imbornales y rejillas, canales y conducciones, pero aun así se produjeron grandes encharcamientos. El tramo final de la rambla de las Pescaderías tuvo que ser cortado a media mañana, después de que se desbordara el tanque de tormentas, ya que su sistema de bombeo a la depuradora nunca ha funcionado desde que fue construido hace tres años. «El tanque se llena, y cuando rebosa, pues se desborda y va a parar al Mar Menor» explicaba ayer un técnico municipal. La carga eléctrica de la tormenta provocó además el incendio de una palmera en la avenida de la Libertad, cuando impactó un rayo. Tapas de alcantarillado también se levantaron con la fuerza del agua al desbordarse las redes de alcantarillado.

A última hora de la tarde, se esperaba además la llegada de las escorrentías procedentes de las localidades del interior, que Protección Civil recorrió al mediodía para comprobar la intensidad de las lluvias. El hartazgo de los vecinos ayer era patente. La noche anterior tuvieron que volver a llevar sus coches a las zonas altas, tapiar puertas y accesos, y proteger vallados en previsión de otra ola de agua.

El alcalde, Mario Pérez Cervera, tampoco podía ocultar su enfado en el vídeo que grabó para dirigirse a los vecinos. «Estamos cansados de tener que tabicar nuestras puertas cada vez que va a llover y sufrir cada vez que caen dos gotas en nuestro municipio», afirmó Pérez Cervera. Culpó «a los cinco partidos más importantes del país de no dar solución al problema de Los Alcázares». «Son momentos duros para quienes reciben solo ánimo para afrontar esto», señaló en referencia a la falta de medidas que eviten la llegada de las inundaciones a Los Alcázares, a pesar de los numerosos proyectos que han presentado tanto el Ayuntamiento como las asociaciones de afectados.

También la asociación Stop Inundaciones denunció «otro panzón de agua con barro y salmueras del campo que recibe el Mar Menor». Y no solo de aguas pluviales y arrastres. «Aquí aprovechan cualquier grieta en el cielo para verter», señaló el portavoz, Santiago Pérez Blaya, en alusión a los vertidos agrícolas y urbanos, procedentes de la depuradora de Torre Pacheco. «Por más que denunciemos, no hacen nada».

Un manto blanco
El temporal, que mantuvo ayer a gran parte de la Región en alerta naranja, dejó también calles y carreteras anegadas en otros puntos de la geografía regional. Una tormenta con granizo, que cayó sobre la Sierra Minera, la autovía de La Manga y su entorno obligó a cortar intermitentemente el tráfico para evitar accidentes, tanto en esta carreter a como en algunos de sus accesos y vías limítrofes, entre ellas la de Campoverde. La granizada podría ser la causa también de la combustión de unos paneles de placas solares en un almacén de Llano del Beal, por un posible cortocircuito. El Servicio de Extinción de Incendios desplazó allí dos unidades para acabar con el humo. Lo consiguieron en menos de una hora.

Las precipitaciones, que sumaron entre 30 y 40 litros por metro cuadrado, comenzaron al mediodía, cesaron y arreciaron poco después de las dos. Fue entonces cuando granizó con fuerza y el pedrisco cubrió con un manto blanco calles y plazas. En La Manga, las precipitaciones fueron en forma de lluvia, igual que en el casco urbano de Cartagena y en los barrios del norte y el oeste.

En Lorca, una tormenta acompañada de granizo descargó 40 litros por metro cuadrado en apenas media hora sobre la pedanía de La Hoya. La tromba obligó a realizar achiques de agua en la travesía de la diputación, donde la Policía Local tuvo que ordenar el tráfico. El alcalde, Diego José Mateos, se desplazó a La Hoya para evaluar los daños. Dijo que la peor parte de la tormenta se la llevó esta pedanía, donde quedaron varios caminos cortados.

Fuente: laverdad.es