La remodelación de la avenida de la Aviación Española de San Javier

Los comerciantes temen una caída de las ventas durante las obras de remodelación de la avenida de la Aviación Española de San Javier, que durarán nueve meses.

Las máquinas levantarán a mediados de octubre la avenida de la Aviación Española, la principal arteria urbana de San Javier, para incluir infraestructuras de drenaje y darle otra cara. «Tendrá aceras más anchas y accesibles, porque las ciudades tienen que ser más amables para los peatones y los ciclistas», explica la concejal de Servicios Públicos, María Dolores Ruiz. La inversión de 1,5 millones, que el Ayuntamiento financiará al 50% con los fondos europeos de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado, contempla un carril bici, que discurrirá en el lado sur de la vía, donde se encuentra la Casa de la Juventud.

El estudio ICA Proyectos ha previsto menos plazas de aparcamiento, ya que pasarán de las actuales en batería a una disposición en línea, y unos carriles de circulación más estrechos «para que el tráfico rodado deje de ser protagonista, invitando a los viandantes a recuperar el espacio público».

El adoquinado de las aceras estará al mismo nivel que la calzada e incluirá nueva señalización y pilonas de acero para moderar el tráfico. «Se aprovechará la obra para instalar una red separativa de aguas pluviales, que no ha existido hasta ahora y que canalizará el agua que recoja la red de imbornales a lo largo de la avenida», señala Ruiz. Uno de los elementos diferenciadores de la nueva imagen de la avenida serán 270 árboles, que aportarán zonas de sombra y colorido, ya que se alternarán robles con flor anaranjada con ciruelos de hoja rojiza y flor blanca, aligustre y un tipo de almez de hojas dentadas. Con los 250 árboles que se plantarán en el parque Almansa, serán medio millar de nuevos ejemplares vegetales los que pueblen el casco urbano.

Está previsto eliminar el tendido eléctrico que pasa por las fachadas para soterrarlo junto al resto de redes de telecomunicaciones. El color del pavimento, en tono ceniza, continúa la estética de las calles Calderón de la Barca y Andrés Baquero.

También se instalará un nuevo tipo de farolas, más eficientes, y unos cubos de hormigón, como los que se encuentran frente al colegio Sagrado Corazón. La avenida contará además con dos cargadores para coches eléctricos y se repondrán los semáforos, los contenedores y los buzones de Correos.

Hasta junio de 2022

La edil de Servicios Públicos espera que la obra esté terminada en junio de 2022, dos meses después del final previsto para la remodelación del parque Almansa y el teatro cubierto. «Se realizará por tramos y se habilitará un trayecto alternativo para el tráfico, pero es una obra, aunque si no la hacemos, se nos queda una avenida degradada», asegura. Para los comerciantes, el impacto en sus cajas registradoras será inevitable y demasiado prolongado. «Nos va a afectar muchísimo. Llevamos más de 40 años con la librería, que ya es la única de San Javier, y harán que desaparezca», se queja Antonio Requena, propietario de la librería Gala. El empresario discrepa del proyecto «en la reducción de aparcamientos, en el diseño y en la calidad de la obra, porque la de la primera fase ya está llena de baches». Tampoco está de acuerdo José Pérez Galindo, dueño de la pescadería El Pavo, en la eliminación de plazas para vehículos. «No hay aparcamientos alternativos, como en otros municipios, y las incomodidades de la obra pueden hacer que los clientes busquen otros sitios a donde ir», se plantea el comerciante. Para Ana María Díaz, de la floristería Talía, «perderemos al cliente de paso, así que tendremos que potenciar el servicio a domicilio y reinventarnos, como en la pandemia, y esto se notará».

Marañas legales con los vecinos

Las obras de la avenida de la Aviación han despertado dos problemas dormidos durante décadas a ambos lados de la vía. Uno es el de las terrazas de unas once viviendas en el lado norte de la avenida, que eran privadas cuando se construyeron las casas, pero los cambios en la normativa de planeamiento las han convertido en suelo público. Algunos ya han cedido los atrios afectados, otros esperan a la información del Ayuntamiento y la decisión del resto. Es el caso de Enriqueta Mercader, que asegura que «tenemos los metros del atrio en la escritura y ahora quieren que los donemos a cambio de nada». Esta vecina compró la casa hace más de 30 años y, aunque quiere evitar problemas legales, asegura que «ahora puedo salir a tomar el fresco, pero ya si la cedo, no». El caso de Miguel Galián es diferente: «El anterior dueño de la finca ya lo cedió porque le obligaron para rehabilitar el edificio, pero ahora con las obras temo que se puedan ir mis inquilinos», explica. No entiende por qué además tiene que hacerse cargo de reformar la rampa, cuando le dieron el visto bueno al remodelar la finca.

Según el concejal de Urbanismo, Antonio Martínez, «vamos a reunirnos con los dueños de los atrios afectados, pero hay buena sintonía para la cesión, que por otra parte les conviene, ya que si la ceden ahora no tendrá coste alguno para ellos incorporarla al pavimento de la vía, pero en el futuro, sí». «Cuando tengan que pedir una licencia de obra mayor, tendrán que ceder el atrio y asumir los gastos de urbanización».

El otro ovillo legal es más enredado. Según el Ayuntamiento, más de 60 esquinas de calles, que eran zonas de espacios libres, han sido invadidas por terrazas privadas, que extendieron la valla para incorporarlas a los jardines de las casas. «Procede la restitución de la legalidad urbanística con la reposición al dominio público», indica el edil. Se muestra partidario de «hacer un proyecto para aprovechar los espacios, algunos como jardín y otros como aparcamientos».

En algunos casos no será tan fácil, como en el de un vecino que ha llevado a los tribunales la orden de derribo de la valla que el Ayuntamiento le envió. Para el edil, «no se puede legalizar una obra en suelo público». Para el dueño, «la dejación de las funciones del Consistorio crea un precedente que el juez podrá ver, ya que el gobierno local nunca cuidó las zonas verdes. Lo hacían los vecinos». Se pregunta además cómo han rehabilitado otros vecinos las viviendas y el vallado sin ningún inconveniente legal. Para dejar clara su postura ha colgado en su fachada una pancarta pidiendo la dimisión del concejal.

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Fuente: laverdad.es