“Cuando nos retiramos las cremas y otros productos de cuidado corporal que los contienen, los microplásticos se van al desagüe y a las depuradoras, donde en muchos casos no se retienen y van al medio ambiente y a los seres vivos”, explica Javier Bayo, del departamento de Ingeniería Química.
Según sus palabras, hay estudios que ya contabilizan la ingesta en el ser humano y hablan de hasta 5 microplásticos a la semana, el equivalente a una tarjeta de crédito.
Bayo advierte del aumento del consumo de plásticos, como guantes, pantallas, envases de hidrogel y otros a consecuencia de la pandemia de coronavirus, aunque aún es pronto para conocer el dato real.
El proyecto para estudiar la mejor forma de eliminarlos en las aguas residuales se inició hace cuatro años en las depuradoras de Cabezo Beaza, Mar Menor Sur, La Aljorra y Águilas en colaboración con Hidrogea, el Centro Tecnológico de la Energía y del Medio Ambiente y la Fundación Séneca.
Fuente: laopiniondemurcia.es