Y ahora nos dejan sin trenes
Hay que reconocer que algo sí nos ha demostrado el Gobierno de Pedro Sánchez a los ciudadanos de la Región de Murcia: de que con ellos todo, absolutamente todo, es susceptible de empeorar. Porque, tras acumular años de retraso en la llegada del AVE y el Corredor Mediterráneo, era difícil hacerlo peor en materia ferroviaria, pero, inasequibles al desaliento, han sido capaces de dar una nueva vuelta de tuerca, dejarnos sin trenes y convertirnos en una isla ferroviaria. Al menos, hasta 2025, pero mucho nos tememos que será casi toda una década.
Una nefasta decisión que dejará sin servicio a los 1,2 millones de usuarios que todos los años utilizan la línea de cercanías Murcia-Águilas, además de la conexión con Madrid. Jamás en la historia la Región de Murcia ha sufrido tal desconexión por tren, y nunca antes se habían adoptado decisiones con tanto impacto en la población sin contar con los habitantes afectados.
Las consecuencias negativas para la Región serán muy numerosas: miles de personas no podrán desplazarse a su puesto de trabajo o acudir a la Universidad, habrá más atascos con la continua congestión en la A7 y en el nudo de Espinardo y, por supuesto, habrá más contaminación.
Además, el sector turístico se verá especialmente afectado, lo que supondrá un gran impacto negativo en la economía regional, se perderán puestos de trabajo y los ciudadanos de la Región perderemos calidad de vida con desplazamientos más caros y en peores condiciones de horario, trayecto y disponibilidad.
Los socialistas nos mintieron a la cara cuando nos aseguraron que no paralizarían el servicio ferroviario. El delegado de Gobierno prometió alternativas que fueron un engaño y tomaron esta decisión de manera unilateral, a escondidas y en contra de la voluntad de los ciudadanos de la Región, que estos días están saliendo a las calles para manifestarse en contra. Ni siquiera han tenido el detalle de informar oficialmente a las autoridades regionales y locales de las poblaciones afectadas.
Desde el Partido Popular hemos propuesto otras alternativas, como cortes puntuales para causar el mínimo perjuicio a los ciudadanos, adelantar la llegada del AVE por Orihuela o retrasar el corte de la línea hasta que tengamos la Alta Velocidad. Sin ir más lejos, el anterior Gobierno de Mariano Rajoy tenía un proyecto que compatibilizaba perfectamente las nuevas obras con mantener los trenes de cercanías. Y es que todos los planes de remodelación de las vías fueron iniciados por el Ejecutivo del Partido Popular: la única novedad que ha aportado el sanchismo es cargarse los servicios ferroviarios mientras se ejecutan las obras, y fastidiar así a los ciudadanos de la Región.
Porque, en realidad, estamos ante un nuevo castigo del Gobierno de Sánchez a la Región de Murcia, y la lista de agravios es ya ingente. Somos la comunidad peor financiada de España, nos han dejado con el AVE a las puertas, han sentenciado de muerte el Trasvase Tajo-Segura, no nos dejan actuar en el Mar Menor y ahora pretenden dejarnos sin un servicio tan básico e imprescindible.
Y mientras el Gobierno central aísla en materia ferroviaria a la Región durante casi una década, el PSOE de la Región de Murcia se atreve a ensalzar a Pedro Sánchez e incluso a presumir de que van a modernizar algo. Los socialistas murcianos, en lugar de ejercer de burdos propagandistas del sanchismo, deberían plantar cara a Sánchez, y no dar la espalda a los 1,2 millones de usuarios que todos los años utilizan la línea de cercanías Murcia-Águilas como único medio de transporte, ni a los miles de trabajadores y estudiantes que tendrán que buscarse otros medios para desplazarse, ni a aquellas personas que se quedarán sin trabajo y que verán dañada su economía.
Ante la decisión arbitraria y caprichosa del señor Sánchez, no vamos a quedarnos de brazos cruzados: desde el Partido Popular y el Gobierno de López Miras seguiremos haciendo todo lo posible, en el ámbito legal, político y social, para revertir esta inadmisible situación, este
Fuente: laopiniondemurcia.es/Víctor Martínez-Carrasco
