La vida y la biología de las anguilas discurren a la par, misteriosas y escurridizas. Este pez alargado como una serpiente tiene una historia fabulosa: todas nacen y mueren en el Mar de los Sargazos, un cementerio de barcos localizado en el Atlántico norte, frente a las costas de Estados Unidos. Pero hay muchas preguntas científicas sin contestar relativas a su larga migración de ida y vuelta entre su lugar de origen y los ríos y estuarios europeos donde se hacen adultas. Rellenar algunos de estos huecos en su biografía es el objetivo del proyecto de investigación que está desarrollando la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) en el Mar Menor, donde ha liberado más de 500 ejemplares marcados con sistemas de teledetección para documentar su viaje increíble de hasta 6.000 kilómetros y entre dos y tres años.

A las casi 500 anguilas soltadas con marcas externas en octubre, la semana pasada se sumaron otras 20 equipadas con telemetría, todas capturadas por la flota artesanal del Mar Menor para avanzar en el conocimiento de esta especie, especialmente en su comportamiento relacionado con el abandono del Mar Menor en su fase adulta y migración hacia las costas de América.

Unos datos que ayudarán a gestionar mejor esta especie en peligro crítico de extinción a nivel mundial: en el Mar Menor tiene lugar una de las mayores pesquerías europeas de anguila, con un volumen anual de capturas de unos 24.000 kilos. «Aunque el volumen fue considerablemente mayor en el pasado. Sus capturas han descendido durante las últimas décadas, pero la mayor laguna litoral española sigue siendo clave para la conservación de la especie», recuerda ANSE.

«La correcta gestión de las pesquerías se convierte en un elemento crucial para la conservación de la anguila, por lo que los planes de conservación europeos y nacionales recomienden evitar o al menos reducir la captura de ejemplares reproductores en especies tan longevas, facilitando el ‘escape’ de al menos una parte de estos individuos para facilitar su migración», explica el director de la organización ecologista, Pedro García.

Investigadores del Marine and Environmental Sciences Centre (MARE) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa han colaborado con ANSE y el Departamento de Zoología de la Universidad de Murcia en el marcaje de 20 ejemplares de anguila adulta a los que se han colocado emisores de telemetría por primera vez en el Mar Menor.

«Una red de sensores (receptores) colocados en diferentes puntos pretende obtener información de los individuos marcados y sobre las fechas de abandono de la laguna. Los investigadores portugueses han mostrado su asombro por la elevada población de hembras adultas de anguila y coincidido con ANSE y los investigadores de la Universidad de Murcia en la importancia del Mar Menor para la conservación de la población de esta especie amenazada», señala Pedro García.

PD. El proyecto Pesquerías Sostenibles de Anguila en Red Natura 2000 cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad (Ministerio para la Transición Ecológica), a través del programa Pleamar, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca. Colaboran también WWF, el grupo de Investigación de Biología y Conservación de Vertebrados Acuáticos del Departamento de Zoología de la Universidad de Murcia y la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL), además de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar y el Marine and Environmental Sciences Centre (MARE) de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa.

Fuente: laverdad.es