«Justo cuando iban a empezar las obras de mi casa, me dicen que suspenden la concesión de licencias», afirma Miguel García, uno de los propietarios de terrenos en Lomas del Rame afectados por la decisión judicial que paraliza, de momento, el desarrollo urbanístico de esta barriada, al sur del municipio alcazareño. El Tribunal Supremo ha anulado el plan parcial de dos millones de metros cuadrados, al considerar que carece de Declaración de Impacto Ambiental, lo que deja en suspenso cualquier concesión de licencia de obra dentro del perímetro de la urbanización. En un momento de repunte de la actividad constructora, las peticiones de licencia pendientes se han quedado sobre la mesa.

«Ya había vendido la casa donde vivo con mi familia porque calculaba que las obras de la nueva estarían terminadas para mudarme, pero ahora me encuentro con que no puedo empezar a construir y además tengo que dejar mi vivienda al nuevo dueño dentro de tres meses», explica Miguel García, preocupado por el inconveniente familiar y económico que le supondrá la decisión judicial. «He tenido que comprarme otra casa para vivir mientras tanto, porque nadie sabe cuánto tardarán en solucionar el problema», añade el afectado. Y no es el único.

El alcalde, Anastasio Bastida, afirma que «empezaba a dar muestras de reactivación la construcción en la zona, y de hecho acabábamos de dar 200 licencias, pero ahora otras se han quedado pendientes». El Ayuntamiento ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Constitucional, ya que «nadie la entiende, pues nos quieren aplicar de forma retroactiva una ley de 2013, cuando esta zona urbana ya estaba consolidada en 2009», señala el regidor. Bastida advierte de que «los trámites suelen ser largos, pero estamos trabajando para que se puedan dar las licencias lo antes posible». De forma paralela al recurso judicial, el Consistorio ha encargado el estudio de impacto ambiental para evitar nuevos retrasos si el TC se reafirma en el argumento del Supremo.

No es la primera vez que el alto tribunal toma la misma decisión de anular el plan parcial y sumir la urbanización en un limbo legal. En 2012 anuló la recalificación de los terrenos que el Ayuntamiento incluyó en el plan parcial en 2003 -con un campo de golf, un hotel de lujo y unas 5.000 viviendas-, con el argumento de que las normas subsidiarias no estaban vigentes. El juez dejó fuera de ordenación el resort que estaba destinado a convertirse en una de las zonas más cotizadas, ya que se encuentra a pocos metros de la orilla del Mar Menor y con el único campo de golf de titularidad municipal de toda la costa murciana.

El gobierno local recondujo el conflicto legal con la modificación de la norma subsidiaria y la recreación de un planeamiento que ya existía sobre el asfalto. Sin embargo los desacuerdos legales con la empresa Lomas de Pozuelo, dueña del hotel de cuatro estrellas y de los bloques de viviendas, animaron a la constructora a recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia la recalificación. En 2017, el TSJ desestimó las aspiraciones de Lomas de Pozuelo que, lejos de tirar la toalla, acudió al Supremo, donde sí ha encontrado amparo a su pretensión, volviendo a dejar de nuevo en suspenso el crecimiento urbano en la barriada. La última palabra la tendrá el Constitucional, donde el Ayuntamiento ha pedido amparo.

Una encrucijada legal
La década larga de litigios judiciales alrededor del plan parcial Torre del Rame podría tener el peor desenlace: el derribo de los 3.000 metros de exceso de edificabilidad del hotel de cuatro estrellas, propiedad de Lomas de Pozuelo pero que gestiona la cadena Senator.

Algunos casos de excesos de ocupación en las viviendas han llegado a prescribir, pero otros han sido estimados por el Supremo en una causa paralela a la del plan parcial. «No nos gusta la idea de demoler nada, pero el Ayuntamiento no tiene la solución. Es el propietario el que tenía la alternativa», explica el alcalde. Se muestra favorable a la opción de que la promotora ceda los terrenos necesarios para compensar el exceso de edificabilidad cometido.

La encrucijada sin salida se presenta al coincidir con la sentencia que anula el plan parcial y devuelve el terreno, que podrían ceder para salvar la demolición, a la calificación de rústico. Si el TS pide que la sentencia se ejecute antes de que el Consistorio vuelva a aprobar el plan parcial, que puede llevar un año, no se podrá salvar de la pala una parte del hotel de lujo, según el Ayuntamiento. Lo que será inamovible es la sanción urbanística de 3,5 millones de euros impuesta.

Fuente: laverdad.es