Receta dorada a la sal
Ingredientes
1 dorada de 1,6-2 kg
3 kg de sal gruesa
Elaboración
Lo primero es encender el horno para precalentarlo a una temperatura de 220º a 250º C.
Cogemos la dorada y quitamos las tripas. Se puede hacer mediante un pequeño corte en el vientre o a través de las branquias. Esta última es la opción más aconsejable ya que conseguiremos que el pescado quede menos seco. Para hacerlo se cortan las branquias con una tijera y se aprovecha esta pequeña abertura para vaciar su interior.
En cualquier caso, después de lavarla hay que tapar la abertura realizada para evitar que entre sal en su interior. Cuando posteriormente la tapemos podemos usar papel de aluminio o migas de pan.
Después lavamos la dorada con agua fría sin descamarla, ya que las escamas protegen la carne de la alta temperatura, y la secamos. A continuación colocamos más o menos la mitad de la sal en la fuente o bandeja que usemos para prepararla y ponemos encima la dorada con las aletas dobladas para adentro. También se pueden cortar, al igual que la cola. Luego tapamos completamente el pescado con el resto de la sal, de tal manera que quede totalmente cubierto por esta.
Introducimos la dorada en el horno y la dejamos de 40 a 50 minutos. El pescado suele estar listo cuando empieza a oler y la costra empieza a dorarse.
Emplatado
Sacamos el pescado del horno. Para quitar la costra de sal daremos unos golpes con un martillo o con la cara que no corta de un cuchillo grande.
Si está bien hecho cuando quites la costra de sal está se llevará consigo la mayoría de la piel del pescado y la carne estará jugosa y limpia. Si no ha estado el tiempo suficiente la piel todavía estará pegada y habrá que tener cuidado para retirarla sin romper la carne.
Es importante no dejar que el pescado se enfríe dentro de la costra, ya que entonces su carne se secaría y se quedaría muy salada. Luego utilizaremos una cuchara para retirar la cabeza y los trozos de piel que queden, y procederemos a separar los filetes, que pondremos en cada plato y ya está lista para tomar.
En función de los gustos de cada uno se puede acompañar con un poco de aceite de oliva, patatas o alguna salsa. En el Mar menor nos gusta mucho el “ajo” o alioli.