Tras el empeoramiento de los niveles de turbidez, transparencia, clorofila y salinidad del Mar Menor en el último mes, algo peores que los de hace un año exacto, así como la noticia de que la laguna salada se queda, por tercer año consecutivo sin banderas azules, la Cadena SER se ha desplazado al Mar Menor, para comprobar, de primera mano, cuál es la situación de sus aguas y sus playas. Allí hemos podido comprobar que sigue habiendo aportes de agua desde la Rambla del Albujón, que hay playas en las que se acumulan las algas y los lodos, como la de Punta Brava, y que la turbidez se ha hecho notar tras las últimas lluvias, aunque las administraciones llaman a la calma.

La primera parada del recorrido ha sido la localidad de Punta Brava, vecina a Los Urrutias y El Carmolí, y perteneciente al municipio de Cartagena. Las casas en primera línea de playa han pasado de ser un lugar idílico, a un auténtico infierno. Las algas y los lodos se acumulan sin control en una playa que hace mucho que no limpian, no solo impidiendo el baño, sino afectando también a la vida de los vecinos. Los fuertes olores, y la proliferación de insectos hacen la vida allí casi insoportable, con muchos vecinos que se han marchado de sus casas o que deciden no veranear o ponerlas en venta.

Nos lo contaban Juan Antonio Ortiz, presidente de la Asociación de Vecinos de Punta Brava, y José García, vecino y miembro de la Asociación. Dicen que la playa “nunca ha estado tan mal” y se quejan de la proliferación de algas y el “abandono de las administraciones”, que llevan semanas sin limpiar la playa, pese a que las lluvias de hace unas semanas trajeron numerosas algas a la orilla, ahora en descomposición. Califican como imposible intentar introducirse en el agua, por los fangos, en los que te hundes “hasta la cintura”.

En primera línea de playa nos encontramos con un albergue infantil, que recibe niños incluso desde el extranjero, bajo la promesa de playa y actividades acuáticas. A causa del estado de las playas, la imagen que se ofrece al exterior es “vergonzosa” indican los vecinos. Además, denuncian también especialmente el abandono del Ayuntamiento de Cartagena, que, por ejemplo, no repone las farolas que se rompen en el paseo marítimo.

Muy cerca de Punta Brava, a unos dos kilómetros y medio, nos encontramos con la desembocadura de la Rambla del Albujón. Hemos podido comprobar que los aportes de agua al Mar Menor desde la rambla siguen existiendo, así como una enorme proliferación de plantas y algas en las inmediaciones, por la enorme riqueza de nutrientes. Tanto es así que hasta un enorme banco de mújoles se situaba justo en la desembocadura, aprovechando la fuente de alimento.

La desembocadura propiamente dicha está llena de plantas y cañas, que crecen impunemente gracias a la riqueza de los suelos y la humedad, mientras que aún a cientos de metros de la misma, en la orilla, podemos ver como se acumulan las algas y los musgos, además de encontrar un pescado y dos gaviotas muertas. La turbidez del agua también llama la atención.

A pocos kilómetros, en el municipio de Los Alcázares, hablamos con Santiago Pérez, presidente de la Asociación de Afectados por las Inundaciones del municipio y agricultor. Comprobamos en este caso el buen estado de la arena de la playa, pero seguimos notando la turbidez, pese a que, aunque hace algo de viento, no es un día especialmente ventoso.

Pérez indica que ahora mismo “está entrando más agua que nunca, principalmente del acuífero”, que se encuentra a rebosar, y que llega a la laguna cargada de nitratos. Reconoce la culpa de los agricultores en el estado actual de la laguna, pero indica que están tomando medidas, cosa que no sucede con los vertidos de urbanizaciones o polígonos industriales. Critica también la gestión del gobierno regional y cree que se debería de controlar el agua de riego que llega a un acuífero que ya está desbordado.

La última parada la hacemos en Santiago de la Ribera, donde nos entrevistamos con el consejero de Medio Ambiente, Javier Celdrán. Allí también nos encontramos con un buen estado de la arena, pero con una turbidez que se sigue haciendo notar.

Celdrán culpaba, en ‘Hoy por hoy Región de Murcia’, a las lluvias de la turbidez reciente del Mar Menor, por los aportes extra de agua y nutrientes que supone, tanto de forma directa como a través de emanaciones a nivel freático. Reitera que no hay vertidos agrícolas y pide a la población que no se alarme ya que la tendencia del Mar Menor es hacia la mejoría. Destaca también la “explosión de vida” que se ha producido en el último año en especies como los caballitos de mar o los chirretes.

Respecto a que el Mar Menor no cuente con una sola bandera azul por tercer verano consecutivo, Celdrán explica que los ayuntamientos no solicitaron este reconocimiento, por estar “centrados en el medio ambiente”, aplicando aquellas medidas “necesarias para la recuperación de la laguna”. Cree también que hay que “exigir al Ministerio que aplique el Plan de vertido Cero arranque cuanto antes”, ya que las competencias al respecto son nacionales.

Fuente: cadenaser.com